La mayoría de los accidentes pueden prevenirse si tomamos las precauciones necesarias, pero lo cierto es que la mayoría de los padres -si no es que todos- hemos pasado por ese momento en el que nuestro hijo se golpea la cabeza.
Ya sea jugando, al caerse o chocando con algo más, los golpes en la cabeza suelen ser algo que muchos padres vivimos con nuestros hijos cuando son pequeños y que puede llegar a preocuparnos en determinado momento.
Aunque la mayoría de los golpes en la cabeza suelen ser leves, muchos se preguntan si es necesario que hagamos una radiografía o les llevemos a urgencias. Esto es lo que recomiendan los pediatras.
De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría (AEP), por lo general los golpes en la cabeza de los niños tienen un riesgo pequeño de producir daño cerebral, aunque esto depende de diversos factores.
Habremos de tomar en cuenta, por ejemplo, qué tan fuerte fue el golpe y cómo se produjo (no es lo mismo que haya chocado levemente con algo mientras gateaba o caminaba, a que se haya caído del sofá o la cama y se haya golpeado contra el suelo), así como la edad que tenga el niño y los síntomas que se presenten después de que se haya golpeado la cabeza.
Ahora, llevar a los niños a urgencias por un golpe en la cabeza es algo que podemos hacer si observamos ciertos síntomas (como mencionaremos más adelante) y/o para descartar que no haya sido algo grave o que requiera mayor atención. Pero en el caso de las radiografías los médicos siguen unas reglas de decisión clínica que les ayudan a decidir si hacen pruebas de imagen o no, ya que estas producen radiación.
Específicamente hablando de esto, en una investigación señalada por la AEP se encontró que si los niños tienen más de dos meses y no presentan un hematoma o moretón en la parte lateral o posterior de la cabeza, el riesgo de tener una lesión es muy bajo, por lo que no se considera necesario hacer una radiografía.
En cambio, si se trata de un bebé de menos de dos meses de edad o si el niño es mayor, pero presenta un moretón o hematoma al lado o detrás de la cabeza, entonces sí habríamos de consultar con el médico para hacerle una radiografía, que sería lo más recomendable en este caso.
Síntomas que debemos observar tras un golpe en la cabeza
Además de estas dos claves, que desde la AEP señalan son un indicador adecuado para saber si es necesario hacer una radiografía o no, estos son otros síntomas que debemos tomar en cuenta al menos durante las 24 horas posteriores al accidente:
- Dolor: es lógico y evidente que después de una caída el niño sufra dolor. Pero si el dolor no cede o si parece ser demasiado agudo (si grita mucho o si no deja de llorar pasado un buen rato), será mejor ir a un centro sanitario para que evalúen posibles daños.
- Vómitos: a veces el vómito viene provocado por el llanto excesivo, pues la garganta se irrita, tosen y finalmente vomitan. Si vemos que hay más de un vómito, o si sólo hay uno pero sale con mucha fuerza podría ser un motivo de alerta.
- Desorientación, confusión o pérdida de consciencia: en cualquiera de estos casos sería recomendable llevarlo al centro médico.
- Somnolencia progresiva o dificultad para despertarlo: después de un golpe, incluso en la cabeza, los niños suelen estar irritables y después somnolientos. En principio, si no hay otros síntomas que nos avisen de la posible gravedad los niños sí pueden dormir y de hecho les ayuda a recuperarse. Se recomienda estar con ellos mientras duermen e ir viéndolos cada 2 ó 3 horas para ver que todo va bien. En caso de duda es mejor despertarles para quedarnos tranquilos.
- Salida de líquido o sangre del oído o por fosas nasales: supone pérdida de sangre o de líquido cefalorraquídeo y precisa, por lo tanto, de atención médica urgente.
- Cualquier síntoma o signo que proporcione preocupación familiar: si a pesar de toda la valoración hay dudas sobre la necesidad o no de acudir a urgencias, lo mejor es ir.
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