No es la primera vez que damos una noticia relacionada con este juguete que supone un grave riesgo para los niños pequeños. En esta ocasión ha sido en Moscú, donde un bebé de dos años fue operado para extraerle 209 bolitas magnéticas del estómago.
Los padres acudieron al médico al observar estas bolitas en las heces de su bebé y notar que además las deposiciones eran negras, un signo de sangrado en el tracto digestivo.
En el Instituto de Investigación de Cirugía y Traumatología de Emergencias Infantiles le realizaron una radiografía y pudieron observar la masa metálica en el estómago del niño.
Para extraerlas, se utilizó un dispositivo endoscópico para evitar una cirugía abierta, y se tardó dos horas en retirar todas las bolitas, sacando hasta un máximo de cuatro a la vez, según informa 7News.
Los médicos dijeron que tuvo suerte que se hayan quedado en el estómago y no hayan viajado al intestino o al esófago, lo que podría haber dañado los tejidos y ocasionado una perforación del tracto digestivo potencialmente mortal.
El peligro es que además al ser magnéticas, se unen entre sí y pellizcan la pared intestinal. El equipo médico agregó que algunas de las bolas habían desarrollado bordes afilados debido a los jugos gástricos en su estómago, y que podrían haber perforado la membrana del órgano.
Las bolitas magnéticas no son un juguete para niños pequeños
Las más de 200 bolitas eran parte de un juguete con el que el niño había estado jugando, y aunque se advierta que es un juguete peligroso para niños pequeños, estos graves accidentes siguen ocurriendo.
Como decíamos antes, no es un caso aislado. Hemos dado en Bebés y más la noticia de un niño, también de dos años, al que se le retiraron 23 bolas magnéticas y otro de cinco años que se había tragado 123 bolitas y tuvo que ser operado de urgencia, entre muchos otros casos.
Tragarse estos pequeños imanes magnéticos es un accidente potencialmente mortal y no deberían venderse como un juguete o formar parte de ningún juguete. ¡Los imanes no son juguetes! Suelen tener colores llamativos y al ser de un tamaño tan mínimo y fáciles de ingerir, los niños pequeños pueden confundirlos con caramelos y tragarlos como si nada.
Si las tienes en casa, colócalas siempre fuera del alcance de niños pequeños, y ante la menor sospecha de que tu hijo podría haberse tragado estas bolitas, llévalo a urgencias. El tiempo es clave para evitar males mayores.
En Bebés y más | ¿Cómo sé si el tamaño de un juguete es seguro para el bebé? Con el truco viral de una pediatra