Esto sitúa a Cuba entre las 30 naciones del mundo con menor mortalidad infantil de los niños en su primer año de vida, una tasa sólo superada por Canadá.
Las provincias que mejores datos aportan son Holguín 3’8, Camagüey 4’3, Granma y Matanzas 4’4. La Habana, que en 2005 presentaba una tasa de mortalidad de 6’7, se ha reducido a 4’9, siendo la provincia con mayor tasa pero también más grande. Atribuyen al sistema sanitario esta buena noticia, el seguimiento a la embarazada, las vacunaciones, el fomento de la lactancia y la incorporación de las pruebas prenatales son algunas de las acciones que han propiciado el descenso de las cifras.
También informaron de las causas principales de las muertes de los menores, como la hipoxia o la broncoaspiración de líquido amniótico, una afección que también sucede en los países más desarrollados.
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