Un ensayo clínico revolucionario realizado por expertos de BCNatal ha identificado una potente conexión entre la dieta materna y la práctica del mindfulness durante el embarazo, con el neurodesarrollo infantil.
El estudio, publicado en Jama Network, destaca la influencia positiva de ambos factores en la formación de cerebros resilientes y su impacto duradero hasta los dos años de edad.
Nutrición y tranquilidad materna para un mejor desarrollo cognitivo y emocional del bebé
El estudio, que ha durado tres años, reunió inicialmente a más de 1.200 mujeres embarazadas con alto riesgo de tener bebés con bajo peso. Se hizo un seguimiento de sus embarazos y posteriormente se llevó a cabo un seguimiento de la vida de sus bebés durante los dos primeros años de vida.
En investigaciones previas, el equipo había encontrado que en muchos casos las madres de bebés que nacen con bajo peso llevaban una dieta deficiente y tenían altos niveles de estrés, por lo que decidieron realizar un ensayo clínico que cambiara ambas situaciones.
Así, el objetivo de este nuevo estudio era comprobar cómo la dieta materna y la reducción del estrés a través del mindfulness podrían moldear el neurodesarrollo de los niños en el futuro.
Para ello, las embarazadas fueron divididas al azar en tres grupos:
- El primer grupo siguió una dieta mediterránea con el apoyo de nutricionistas. La dieta incluía fruta y verdura, carne blanca, pescado azul, lácteos, cereales integrales y alimentos ricos en omega-3.
- El segundo grupo practicó un programa de mindfulness diseñado para calmar el estrés en embarazas, con una duración de ocho semanas.
- El tercer grupo, el grupo de control, siguió el protocolo convencional de seguimiento del embarazo.
Las primeras conclusiones de esta investigación se publicaron hace dos años, tras el nacimiento de los bebés de las madres participantes. Ya entonces se constató una disminución significativa del 29% al 36% en el número de recién nacidos con bajo peso en los grupos de seguimiento de una dieta mediterránea y práctica de mindfulness.
Ahora acaban de publicarse nuevas conclusiones que relacionan ambos factores con el desarrollo neurológico de los bebés a los 24 meses.
Para evaluar a los niños participantes se han utilizado pruebas de dominio cognitivo, lingüístico y motor que han sido realizadas por dos psicólogos que desconocían los grupos de estudio y los resultados perinatales.
En comparación con los bebés nacidos de madres que tuvieron un seguimiento convencional de sus embarazos, los del grupo de dieta mediterránea obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en el dominio cognitivo y socioemocional, mientras que los bebés del grupo de mindfulness tuvieron puntuaciones significativamente más altas en el dominio socioemocional.
Otro beneficio más de la dieta mediterránea y el mindfulness en el embarazo
Abundante en frutas, verduras, aceite de oliva y pescado, el impacto positivo de la dieta mediterránea durante el embarazo ya ha sido constatado con anterioridad en varias investigaciones.
Así por ejemplo, según un estudio realizado en 2019, llevar esta dieta ayuda a reducir el riesgo de padecer diabetes gestacional, así como a controlar el aumento de peso durante el embarazo.
Otro estudio de 2020, realizado por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, relacionó la dieta mediterránea durante el embarazo, suplementada con aceite de oliva virgen extra y pistachos, con un menor ingreso hospitalario de los niños durante sus dos primeros años de vida. En la misma línea, otra investigación anterior sugirió que este tipo de alimentación en el embarazo ayudaría a prevenir alergias y asma en niños.
Recientemente, se dieron a conocer los resultados de otro estudio en el que participaron 8.000 mujeres y que relacionaba la dieta mediterránea durante la gestación o con un menor riesgo de sufrir preeclampsia.
También el estrés materno durante el embarazo ha sido fuente de numerosos estudios en los últimos años.
La última gran investigación consistió en una revisión sistemática y meta-análisis de más de 73.000 estudios, que concluyó que padecer un nivel alto de estrés en esta etapa aumenta el riesgo de complicaciones en la gestación y el parto, trastornos psicológicos tras el nacimiento y consecuencias para la salud del bebé, entre ellas un mayor riesgo de autismo, cólico del lactante y obesidad.
Por eso, y dado que la maternidad es una montaña rusa emocional y el estrés es un acompañante habitual, el mindfulness se convertiría en una excelente herramienta para las madres, que no solo ayudaría a reducir el estrés y sus graves consecuencias asociadas, sino que también favorecería el desarrollo neurológico de sus bebés.