El día 21 de este mes un niño de dos años salió de la guardería por la puerta y estuvo tres cuartos de hora deambulando por la calle.
El pequeño, que apenas hablaba, estuvo merodeando por las calles cercanas a la guardería hasta que un niño de unos 9 años lo vio y lo acompañó hasta un bar cercano. Parece ser que una chica llamó a la Policía para que interviniera.
Según leo en la noticia las responsables de la guardería El Duende Verde, en Tenerife, no se dieron cuenta del hecho hasta que la Policía contactó con la misma.
A pesar de ello la dueña explica que "una de las cuidadoras sí se dio cuenta del extravío del pequeño y lo estuvieron buscando hasta que llegaron al mismo tiempo junto con la Policía Nacional".
Los vecinos comentaban la noticia escandalizados sin dar crédito a la suerte que había tenido el pequeño, que no llegó a cruzar ninguna vía ni fue objeto de ningún secuestro. Que un niño de 2 años que apenas habla se pueda ir por la puerta de la guardería es muy preocupante, que esté 45 minutos caminando y jugando sólo en la ciudad es todavía más preocupante y que la persona que al final acompañara al niño hasta un sitio resguardado fuera un niño de 9 años es lo que me deja peor sensación.
¿Sólo los niños captan un problema similar? ¿es algo así como ese sexto sentido que tienen los gatos que dicen que perciben a los fantasmas? ¿estamos los adultos tan insensibilizados que ver caminar a un niño de 2 años por la ciudad no nos hace actuar?
Vía | La Opinión de Zamora