Hace poco te contaba en un artículo por qué es más fácil ser mamá si se tiene una tribu. Y es que contar con un grupo de madres que te escuchen y te entiendan, ayuda a que la maternidad se sienta menos pesada.
Hoy en día las tribus de mamás han cambiado muchísimo y ya no son lo que eran antes, ahora aunque aún se reúnen, muchas de ellas son virtuales. Y esto es lo que nos muestra una madre en una imagen, a la que acompaña un texto que nos dice cómo son las tribus en el 2017.
En Facebook es común encontrar grupos de madres de distintos temas: porteo, lactancia, colecho, crianza o maternidad en general. Una búsqueda rápida te arrojará cientos de resultados de grupos llenos de madres como tú y como yo.
Esos grupos suelen ser en su mayoría un apoyo y un lugar de desahogo para muchas madres llenas de dudas, miedos y angustias. En ellos puedes encontrar la respuesta a preguntas que quizás no te atreves a hacer entre tus conocidos o a aprender cosas nuevas que no sabías sobre alguno de los temas que te comenté anteriormente.
Algunas veces, esos grupos se vuelven tan sólidos y unidos, que grandes amistades se crean y encuentras a las amigas mamás que tanto te hacían falta. Y Abby Murphy nos da una muestra de lo poderosa que pueden llegar a ser esas amistades.
En una imagen que envió a la página Love What Matters en Facebook ella cuenta la increíble sorpresa que se llevó después de platicar con su tribu virtual de mamás, en donde compartía la larga lista de cosas que debía hacer y comprar por la llegada de su nuevo bebé.
Dos días después, recibió en su casa la sillita para el coche que tanto necesitaba. Se lo había enviado una de esas amigas que había conocido a través de Internet.
Para aquellos que dicen que la tribu está muerta, esta es una silla para el coche.
Llegó a mi casa ayer esta tarde. Aproximadamente dos días después de desahogarme con una amiga muy querida. Una amiga que nunca he conocido en persona: una de esas amigas "virtuales" de las que la gente se burla porque nosotras las madres las tenemos y nos apoyamos en ellas. Una amiga que se ha ofrecido y ha provisto alimentos cuando mi hijo estuvo en el hospital, una amiga que estaba lista para abordar un avión para ayudarme cuando yo estaba echa un mar de lágrimas a mis siete meses de embarazo tratando de mudar a mi familia a través del país. Una amiga que se ha ofrecido a escucharme demasiadas veces para ser contadas cuando me he sentido sobrepasada con el diagnóstico de autismo de mi hija la de en medio y su posterior tratamiento. Una amiga que nunca he conocido. Una amiga que va más allá en muchas ocasiones. Una de esas amigas "virtuales".
Ella me escuchó mientras yo decía lo desprevenida que estaba para la inminente llegada del miembro más nuevo de nuestra familia. Cómo aún necesitaba necesitaba sacar las cosas de bebé, organizar y lavar la ropa, encontrar una niñera, comprar una silla para el coche y tener una pista en general.
Y aquí, dos días después, llega una silla para el coche. No porque yo no pudiera o no compraría una eventualmente. Sino porque ella vio una necesidad, una manera de aliviar un elemento de la larga lista de cosas por hacer de una madre que se sentía abrumada.
Esto es más que una silla para el coche para mí. Será para siempre un recordatorio de que allá afuera hay gente realmente buena: gente que se preocupa, gente que va más allá. Mi tribu.
Personalmente sé lo que es tener amigas virtuales con las que te entiendas y te identifiques. Yo las tengo, y son las mejores amigas que he podido tener. Siendo la única de mi grupo de amigas con hijos, sentía esa necesidad de encontrar a alguien que entendiera las cosas por las que estoy pasando.
Y es algo que encontré en Internet. El día que supe que estaba embarazada me abrí un blog y comencé a contar un poco de lo que iba viviendo. No tenía nadie más a quién decírselo y no quería aburrir a mis amigas con mis molestias del embarazo. Con el paso del tiempo fui conociendo otras blogueras a las que ahora tengo el orgullo de llamar amigas.
Ser mamá no es fácil, así que aunque vivan en el otro extremo del país o del otro lado del mundo, encontrar otras amigas mamás es algo que ayuda muchísimo a entender y llevar de mejor manera esta aventura llamada maternidad.
Vía | Babble
En Bebés y más | Cómo encontrar otras mamás cuando eres la única de tu grupo de amigas con hijos