La llegada de la tecnología a nuestra vidas trajo muchas ventajas y beneficios: nos ayuda a estar más conectados con las personas que nos importan, y nos facilita el acceso a la información que nos interesa.
Sin embargo, el habituarnos a tener todo esto literalmente en la palma de nuestras manos, ha hecho que también nos encontremos ante algunos aspectos negativos. Por un lado, tenemos el uso excesivo de pantallas, que como sabemos no es lo ideal tanto para nuestra salud como para nuestra socialización.
Y por otro, encontramos que las redes sociales nos hacen caer en la comparación y han aumentado el famoso efecto FOMO (fear of missing out), que se define como el temor o ansiedad a perderse algo o sentirse "desconectado" de los demás, y que es particularmente fuerte en la adolescencia.
Afortunadamente, algunos jóvenes se han dado cuenta que saturarse de contenido e información tampoco es algo positivo y han encontrado el antídoto al FOMO que les puede ayudar a reconectar con ellos mismos: el JOMO o joy of missing out.
El placer de perderse las cosas
Así es como literalmente se traduce este fenómeno que, por cierto, nos encanta. Sucede que consiste en desconectarse de la tecnología, para enfocarse en uno mismo y en las cosas que nos interesen hacer, quitándose de encima la presión de hacer lo mismo que hacen los demás y de estar al tanto de sus actividades.
Dicho de otro modo, el JOMO es algo que nos recuerda la importancia de disfrutar aquello que realmente nos hace felices, independientemente de si coincide o no con lo que están haciendo otros, funcionando como una especie de freno ante ese miedo de perdernos "algo" y de sentir que nuestra vida es menos emocionante o interesante que la que muestran los demás en redes sociales.
Así, en lugar de sentirse presionados a ver la serie de la que todo el mundo está hablando para no sentirse fuera de la conversación, o de acudir al nuevo café de moda que todos están recomendando, se le da prioridad a aquellas cosas y actividades que genuinamente nos interesan - incluso si es algo que a los demás no.
Los límites y el autocuidado, base del JOMO
Además de ayudar a enfocarnos en lo que es importante para nosotros y no lo que dictan las tendencias, el JOMO también prioriza el autocuidado y la salud mental, invitándonos a buscar momentos de calma.
Esto no solo incluye el silenciar notificaciones para evitar esa necesidad de revisar el móvil cada vez que suena, sino también el aprender a decir "no" a eventos, planes y actividades en los que, en el fondo, no nos apetece participar.
En resumen, practicar el placer de perderse las cosas es una manera de contrarrestar el efecto abrumador que puede ocasionar el exceso de información y estímulos, para enfocarse en uno mismo y en las cosas que aportan calma y paz.
Foto de portada | Anastasia Shuraeva en Pexels