Según un informe reciente, el autismo puede diagnosticarse a edades muy tempranas. Incluso algunos médicos dicen que pueden detectarse señales de alerta a la edad de dos meses. Por ejemplo, una falta de atención a la luz o a sonidos a las ocho semanas podría ser una señal de peligro. Un bebé que no ha intercambiado sonrisas y sonidos a los nueve meses podría estar predispuesto a la condición. La carencia de contacto visual es otra característica.
Algunos especialistas están de acuerdo con la detección temprana del autismo con la finalidad de intervenir en el problema, los que se oponen dicen que un énfasis en el diagnóstico temprano podría aterrar a los padres de niños con variaciones normales de comportamiento.
Lo que es cierto es que cuanto antes se detecte el autismo más rápido avanzará el niño en el tratamiento. Sin embargo aún se sigue investigando en la detección temprana de esta patología.
Vía | ParentDish