Según el estudio los niños británicos son los más disfuncionales de la Unión Europea, principalmente por los problemas y crisis dentro del grupo familiar.
Aunque lamentablemente hay problemas en muchos hogares de Europa, en los de los niños británicos no reina precisamente la armonía familiar.
Los expertos dicen que la culpa es del trabajo que impide que los padres presten a sus hijos la suficiente atención. Aseguran que muchos padres no se hablan, no comparten la mesa con sus hijos en la hora de la cena y pasan mucho tiempo peleándose.
De hecho, se estima que uno de cada seis niños británicos vive en una familia de padres separados.
Después de los británicos, aquellos infantes con mayores problemas fueron los provenientes de Letonia, Estonia, Lituania y Eslovaquia.
Vía | Clarín