El estudio descubre que más de dos tercios de los niños que sufren cefaleas crónicas diarias también tiene problemas para conciliar el sueño. Entre los que presentan ataques más frecuentes, una quinta parte también padece trastornos nocturnos, como despertarse durante la noche o demasiado pronto en la mañana, o no sentirse descansado tras los períodos de sueño.
Aunque los expertos todavía desconocen qué problema se produce primero, si las cefaleas o los trastornos del sueño, sugieren que ambas posibilidades se retroalimentan.
Vía | El Mundo Más información | Conferencia Anual sobre Trastornos del Sueño en la Infancia