¿A quién no le ha pasado? Discutir con la pareja y tener la sensación de no ser escuchado. O incluso, uno mismo tener dificultades para escuchar realmente al otro, cuando estamos demasiado pendientes de lo que queremos decir y no tanto de escuchar de verdad.
Para hacer frente a estos problemas de comunicación en pareja, el psicólogo Lawrence J. Cohen propone en Psychology Today el método 3-2-1, que consiste en implementar turnos de seis minutos para escuchar y reflexionar, algo que puede mejorar radicalmente la comunicación. Descubre cómo aplicarla.
Paso 1: hablar y escuchar durante 3 minutos
El primero en hablar lo hará durante tres minutos, utilizando un cronómetro. Y la otra persona solo podrá escuchar activamente en silencio. Se trata de poder hablar desde el corazón sobre lo que esté pasando por tu mente y necesites compartir al otro. En el momento en el que suene el cronómetro, acaba de decir lo que tengas que decir de forma sintetizada, sin perder tiempo extra, aunque resulte tentador seguir haciéndolo.
Poco a poco te darás cuenta de que es mejor escuchar y reflexionar plenamente, para poder dar réplica, que estar pensando en lo que queremos decir sin escuchar al otro. Pero el oyente también tiene su tarea; escuchar de verdad, de forma activa, sin estar pendiente de lo que quiere decir, de tener la razón o de cómo "ganar" la discusión.
Lo ideal es practicar varias veces con temas banales, del día a día y poco comprometidos, antes de empezar a hablar de temas más serios o profundos, ya que no es fácil aprender y practicar algo nuevo mientras se habla y se escuchan cosas difíciles. Si no, puedes también practicar con un amigo antes de hacerlo con tu pareja.
Paso 2: reflexionar durante 2 minutos
Después de que suene el primer cronómetro, configurarlo otra vez durante dos minutos. El oyente utilizará estos dos minutos para reflexionar sobre lo que ha escuchado en el paso 1. Esa reflexión la puede decir en voz alta, usando las palabras que el otro ha usado o paráfrasis, pero sin hacer interpretaciones o saltos de juicio y sin reaccionar.
Esto sería, por ejemplo, decir "tú has explicado que te molestó lo que te dije el otro día...", y una interpretación (lo que debemos evitar) sería "sé que esto lo dices para que me relaje". Cuando suene el cronómetro, dejad de reflexionar.
Paso 3: 1 minuto para responder a la reflexión
Para seguir con esta técnica por turnos de seis minutos, configurad el cronómetro nuevamente; esta vez, durante un minuto. El que primero ha hablado responde en este minuto a la reflexión que acaba de recibir.
Esto podría ser, por ejemplo: "Gracias por escuchar, realmente me has escuchado", o "siento que me estás entendiendo mejor, aunque hay una parte que quizás no ha quedado clara..." o "¿me podrías repetir la parte XXX?" Eso sí, es mejor no abrir un tema nuevo en este último minuto, porque no hay espacio para abordarlo.
Pasos 4-6: cambiar los roles y repetir
Ahora cambiad de roles y repetid los primeros pasos. Volver a configurar el cronómetro durante tres minutos, y esta vez el oyente original hablará primero. El nuevo oyente escucha durante tres minutos y luego se toma dos minutos para reflexionar sobre lo que escuchó.
El orador original de esta ronda se toma un minuto para responder a la reflexión, igual que en el ejemplo explicado. Y ten en cuenta que la "gracia" de esta técnica no está solamente en seguir los pasos, sino en aprender a tomar conciencia de cómo nos sentimos escuchando y siendo escuchados, y en ver el impacto de todo esto en la resolución de nuestros conflictos en pareja.
Es una técnica que nos puede servir para empezar a comprendernos mutuamente, aunque lógicamente, para asuntos complejos se requerirá ampliar los minutos y hablar con más detalle de las cosas.
El método 3-2-1 para avanzar hacia una comunicación fluida
El objetivo de la técnica 3-2-1 no es la resolución instantánea de un conflicto, y sería poco realista pensar que con ella, llegaréis a acuerdos rápidamente. En este caso, el objetivo es experimentar la sensación de ser escuchado realmente, y aprender a escuchar también nosotros de forma activa.
Gracias a esta escucha, se reducen los malentendidos y además, nos acercamos más al otro (y él a nosotros), mejorando nuestro vínculo y facilitando una conversación mucho más fluida y respetuosa.
Y es que hay veces que no hablamos realmente, ni siquiera discutimos; tan solo esperamos a que el otro acabe para poder hablar, sin llegar a ningún acuerdo en común o sin mostrar interés en cómo se está sintiendo el otro, centrándonos únicamente en querer tener la razón, en hacer reproches o en gritar. Claro, esto no ayuda nada a mejorar la relación de pareja, sino todo lo contrario.
Practicad juntos y reforzaros mutuamente
Recuerda que, para que la técnica 3-2-1 funcione, lo ideal es practicar. Es recomendable que al principio empecéis con una ronda en cada sentido. Y más adelante podéis hacer una ronda de una sola vez o incluso establecer un horario regular para escuchar 3-2-1.
Al principio también notaréis, seguramente, que no es fácil reflexionar sobre lo que ha dicho el otro sin "entrar al trapo" o sin hacer interpretaciones o reaccionar, pero poco a poco se aprende.
Y una última cosa que os puede ir bien es valorar los momentos de buena escucha y buena reflexión, es decir, reforzarle al otro lo bien que nos ha escuchado (a veces nos centramos demasiado en lo que nos molesta del otro y nos olvidamos de decirle lo que nos gusta). Hacer esto os ayudará a motivaros y a saber si lo estáis haciendo bien.
Foto | Portada (Serie Citas Barcelona, 2023)