Reducir el estrés es algo que a muchos adultos nos interesa, pues entre las demandas de la vida laboral y personal, hay periodos en los que éste nos alcanza y es necesario mantenerlo bajo control.
Existen diversas técnicas a las que podemos recurrir para reducirlo, desde hacer ejercicio y hacer cambios positivos en nuestra alimentación, hasta practicar técnicas de meditación y yoga con respiraciones profundas.
Pero además de éstas, hay una micropráctica respaldada por la ciencia que toma solo 20 minutos al día y es ideal para las personas que desean reducir el estrés de manera fácil y sencilla. La clave está en la autocompasión.
Un autoabrazo de 20 segundos
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Behaviour Research and Therapy, una simple "micropráctica" de respiración y autocompasión de 20 segundos puede ayudar a reducir los niveles de estrés, siempre y cuando se realice diariamente.
“Dos de las mayores barreras que las personas tienen para desarrollar un hábito de meditación son encontrar el tiempo para hacerlo y desarrollar el hábito de hacerlo regularmente”, explica Eli Susman, autor del estudio en una entrevista. “Las microprácticas son como pequeñas sesiones de entrenamiento basadas en las partes más potentes de las prácticas terapéuticas”.
Para ponerlo a prueba, se realizó un experimento con estudiantes universitarios, a quienes se les enseñó un ejercicio de autocompasión táctil, que a continuación explicamos:
- Cerrar los ojos y pensar en algo sobre nosotros mismos que nos haya estado molestando y haciéndonos sentir indigno, no amado o insuficiente, y notar lo que surge en el cuerpo.
- Una vez se tenga en mente, debemos enviar amabilidad y calidez a nosotros mismos, colocando una mano en el corazón y otra en el vientre, con la energía de darnos un abrazo y notar lo que surge en el cuerpo ahora.
- Pregúntate “¿Cómo puedo ser amigo de mí mismo en este momento?”.
- Finalmente y una vez que te hayas relajado, abre los ojos.
Tras enseñarles este ejercicio, se les pidió que lo practicaran durante 20 segundos al día durante un mes.
Al concluir el mes, se observó que aquellos que practicaron esta micropráctica diariamente experimentaron un aumento significativo en la autocompasión y una reducción notable en el estrés y los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, siendo estos beneficios fueron más evidentes en aquellos que se comprometieron a realizar la práctica regularmente.
Los investigadores señalan que esta micropráctica no debe ser un reemplazo de la terapia o el cuidado de la salud mental más intensivo, pero agregan que en definitiva es un hábito positivo que podemos implementar en nuestra rutina diaria, tanto para reducir los niveles de estrés como para recordar ser amables con nosotros mismos.
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