Gracias a Robert Edwards, padre de la fecundación in vitro, han nacido en el mundo más de cuatro millones de niños. Su técnica ha hecho posible 35 años atrás el nacimiento de Louise Brown, la primera bebé probeta, dando con ello un vuelco al mundo de la medicina reproductiva.
Junto a Patrick Steptoe, el otro padre de la fecundación in vitro, fue capaz de conseguir lo que hasta entonces parecía ciencia ficción: unir un óvulo con un espermatozoide dentro de un tubo de ensayo para concebir un ser humano.
En 2010, el biólogo e investigador británico recibió el Premio Nobel de Medicina por el gran avance que supuso su descubrimiento para la humanidad.
Es un buen momento para homenajear en silencio a Robert Edwards, gran eminencia de la fertilidad, quien ha hecho posible que hoy millones de parejas se hayan convertido en padres.
Vía | Microsiervos Foto | AP En Bebés y más | 30 años después del primer bebé probeta