Resulta que Michelle Rushing (en la foto con su familia), una mujer de 34 años madre de dos niños, o sea, ya sabía de que se tartaba un embarazo, no tenía ni idea que un nuevo ser crecía en su vientre.
Culpaba su aumento de peso a la retención de líquidos y a cambios en su forma de alimentación, pero no puedo creer que nunca se le haya cruzado por al cabeza la posibilidad de un embarazo.
Por otro lado argumenta (tampoco puedo creerlo) que jamás sintió al bebé moverse dentro suyo. ¿Qué pensaba esta mujer?¿Que tenía gases? Sin precio aviso, una madrugada comenzó a sentir dolores muy fuertes y apenas le dio tiempo a llamar a emergencias cuando vió asomar la cabeza del bebé.
La pareja tenía ganas de buscar otro bebé, pero desde luego el niño se adelantó a los planes de sus padres.
Fueron los nueve meses más cortos de la vida de una futura mamá.
¡Menudo despiste!
Vía | bloggingbaby Más información | News-daily