Los comisarios para la niñez del Reino Unido han pedido al gobierno laborista británico que presente al parlamento un proyecto de ley prohibiendo azotar a los niños.
En noviembre de 2004, la Cámara de los Comunes rechazó una enmienda que habría ilegalizado los azotes, y la ley permite actualmente a los padres pegar a sus hijos siempre que no sea con excesiva dureza y dentro de los límites que marca la ley. Está ley permite castigos razonables, lo que sirve para diferenciar un “simple azote" de las agresiones que pueden causar hematomas y heridas.
Pegar a los niños es algo que prohíben las leyes internacionales, según la cual las Naciones Unidas y el Consejo de Europa han dejado muy claro que todo castigo físico infligido a un niño debe ser declarado ilegal.
En una carta a la ministra de Educación, Ruth Kelly, la Alianza para los Derechos del Niño afirmó ayer, por su parte, la urgencia de cambiar las leyes actuales y señaló que es un asunto de principio.
El ministerio de Educación respondió con una declaración pública que señala que el Gobierno no condona el castigo físico de los niños, pero son los padres quienes deben decidir.
Vía | El Diario Montanes