El examen se realiza en el tercer día del período menstrual, extrayendo tres milímetros de sangre a la paciente, que luego es enviada a un laboratorio. A partir de las mediciones en sangre de las tres hormonas de la fertilidad, se calcula la fertilidad promedio de la mujer según su edad. Volcando estos datos en un gráfico se puede determinar en qué posición está la mujer comparada con el promedio de fertilidad de mujeres de su misma edad. Esto significa que, partiendo de los cálculos, puede predecirse la reserva ovárica que tendrá durante los próximos dos años.
Las hormonas en cuestión son la inhibina B y la AMH, cuyo nivel se reduce a medida que se acerca la menopausia, y la FSH (u hormona de la pituitaria), que tiende a aumentar cuando la menopausia se acerca. Según los científicos, la combinación de las tres indica la reserva de fertilidad de la mujer.
La prueba ha sido recibida positivamente por los expertos en fertilidad principalmente porque permitirá a la mujer tomar una decisión "informada" sobre el mejor momento para concebir, aunque algunos especialistas indican que esta prueba no analiza otros factores que pueden también afectar la fertilidad, como por ejemplo la salud de las trompas de Falopio o del esperma del varón.
Vía | BBC