Entre la rutina, la monotonía y las diversas tareas y responsabilidades de la vida adulta, es común que muchas parejas caigan, de manera inconsciente, en algo que los psicólogos conocen como el síndrome del compañero de piso. Como su nombre lo dice, éste ocurre cuando la pareja, más que tener una relación romántica, pareciera ser solamente un par de personas que comparten vivienda y responsabilidades sin un vínculo amoroso de por medio.
Y si bien es natural que las dinámicas de una pareja cambien con el tiempo y pase de ser una relación emocionante a una más rutinaria, lo cierto es que cuando descuidamos esa conexión de pareja y caemos en la rutina, podemos encontrarnos en una situación poco agradable.
De acuerdo con Mark Travers, psicólogo principal de Awake Therapy, estas son tres señales de que tu relación de pareja está sufriendo el síndrome de compañero de piso.
1) Llevan vidas completamente separadas
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo con tu pareja, fuera de las responsabilidades, tareas y compromisos? Aunque tener intereses personales y pasar tiempo a solas es algo saludable y recomendable, también es importante mantener cosas en común: "Una de las señales más comunes del síndrome de compañero de piso es que ambos miembros de la pareja llevan vidas independientes, con hobbies, rutinas y círculos sociales distintos", explica Travers.
Para darnos cuenta de esto, además de pensar en las cosas que han hecho juntos últimamente, el psicólogo recomienda hacerse la siguiente pregunta: ¿Me entusiasma pasar tiempo con mi pareja o se ha convertido en una obligación más? "Si el esfuerzo para conectar se siente como una carga, es una señal de que el vínculo emocional se ha debilitado", señala.
2) La intimidad es rara (o inexistente)
Como ya lo hemos explicado en otras ocasiones, cuando hablamos de intimidad no solo nos referimos al sexo, sino también a esos momentos de cariño y detalles cotidianos que nutren y fortalecen al relación día con día.
"Si el deseo ha disminuido o los gestos afectivos se sienten forzados, ambos miembros de la pareja pueden empezar a sentirse desconectados", dice Travers, quien añade que cuando el deseo desaparece, también puede desvanecerse la conexión emocional: "Si la cercanía física comienza a sentirse incómoda o evitable, puede ser una señal de que la relación se está transformando en una convivencia distante".
3) Apenas hablan de algo importante
De acuerdo con Travers, las parejas que sufren el síndrome del compañero de piso tienden a evitar las conversaciones difíciles, pero también los intercambios cotidianos y ligeros. "Pueden pasar días sin preguntarse mutuamente sobre cómo fue su día o sin compartir sus pensamientos o sentimientos", explica.
Y cuando la comunicación se reduce a lo práctico y logístico, hablando de las responsabilidades o tocando solamente temas superficiales, el vínculo comienza a deteriorarse y ambos pueden comenzar a sentirse emocionalmente y socialmente aislados.
Pero de acuerdo con Travers, el hecho de que detectes estas tres señales no significa que todo está perdido: "El primer paso es reconocer la desconexión y hablar con tu pareja sobre cómo se sienten ambos", menciona, agregando que además de esto, es necesario tomar ciertas medidas, como invertir más tiempo en la relación, recuperar poco a poco la intimidad y sobre todo, trabajar en comunicar mejor nuestros sentimientos.
"Recuerda, todas las relaciones atraviesan desafíos, pero con esfuerzo y compromiso, es posible volver a construir una conexión emocional sólida", concluye.
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