A partir de los 50 años, muchas personas comienzan a notar síntomas de pérdida de memoria. Es algo absolutamente normal y no necesariamente relacionado con alguna enfermedad.
Lo que sucede es que, con el pesar de los años a medida que nuestro cuerpo envejece, también lo hace nuestro cerebro perdiendo habilidades como recordar un nombre, una palabra de forma esporádica, preguntarte "qué he venido a hacer yo a la cocina", hasta olvidos que se van haciendo cada vez más evidentes.
Pero la buena noticia es que Harvard dice que con algunas estrategias a modo de simples ejercicios mentales podemos preservar la función de la memoria en buen estado. Como hacemos con nuestros músculos para que estén en forma, lo mismo con nuestro cerebro.
Seis estrategias mentales que puedes hacer a diario para mejorar la memoria:
1) Hacer listas: los expertos en cerebro han desarrollado muchos consejos para mejorar la memoria al intentar recordar cosas y el más básico y efectivo de todos es hacer listas. Listas de nombres, listas de tareas pendientes, listas de contraseñas o de cualquier otra información que se necesite recordar. Una buena idea es tener libretas siempre a mano para cuando necesites apuntar algo: en el bolso, en la cocina, en el salón...
2) Asociar información nueva con cosas que ya sabes: Otro ejercicio que puede ayudarte a recordar cosas es relacionar datos nuevos con datos que ya conoces. Como por ejemplo, recordar que has aparcado en la plaza número 32 porque tu hijo tiene 32 años.
3) Fragmentación: esta técnica consiste en dividir una lista en categorías. Por ejemplo, si estuvieras memorizando todos los países de Europa, agrupar los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) te ayudará a verlos como un solo grupo.
4) Visualización: esta estrategia consiste en una técnica más avanzada. Se trata de "visitar" un lugar familiar en tu mente, colocando mentalmente los elementos que deseas memorizar en varios lugares a lo largo del camino.
5) Repetir el nombre de una persona apenas te la presentan: así tu cerebro relacionará rápidamente a esa persona con su nombre. Puedes hacerlo en silencio varias veces, por ejemplo: "Joe, el amigo de Tom, Joe, el amigo de Tom, Joe, el amigo de Tom".
6) Inventa rimas divertidas: por último, las rimas son una estupenda estrategia, además de divertida, para recordar un nombre o lugar. Por ejemplo, "María es hija de mi tía; vive en París y le gusta el anís".
No olvides los buenos hábitos: alimentación, ejercicio y mente activa
Por supuesto, además de utilizar estrategias para preservar la memoria, es importante llevar un estilo de vida saludable que las acompañe. Entre los hábitos que favorecen la memoria se encuentran los mismos cambios en el estilo de vida que reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Como por ejemplo: dejar de fumar, beber alcohol con moderación o evitarlo por completo y limitar la ingesta de alimentos azucarados y procesados.
También la actividad física se ha asociado no sólo con una mayor función cognitiva sino con un menor riesgo de pérdida de memoria. Los cerebros de las personas que hacen ejercicio regularmente se encogen menos con la edad que los de las personas sedentarias (especialmente el hipocampo, una estructura cerebral clave para la memoria), y su materia blanca se mantiene más sana. Hacer ejercicio tres o más veces por semana se ha asociado con un riesgo entre un 40 y un 50 % menor de diagnóstico de demencia.
Y así como la actividad física, tener una vida mentalmente activa es un amortiguador contra la pérdida de memoria. Es particularmente útil desafiar al cerebro aprendiendo nuevas habilidades, no dejar de escribir a mano, aprender a tocar un instrumento musical o estudiar un nuevo idioma.
Foto portada | El padre (2020)