Han saltado todas las alarmas a raíz de que la marca Infantino retirara del mercado más de un millón de bolsas portabebés en los Estados Unidos y Canadá después de conocerse la muerte por asfixia de tres niños menores de tres meses. Es evidente preguntarse si las bandoleras portabebés son seguras para los recién nacidos.
Los modelos retirados son Infantino SlingRider y Wendy Bellissimo, los cuales no se deben usar si se han adquirido y contactar con la compañía para que envíe un artículo de reemplazo.
Esta advertencia no deja indiferentes a los padres que usamos portabebés, especialmente con niños menores de cuatro meses cuando aún no son capaces de sostener la cabeza.
La asociación de consumidores estadounidenses ya advirtió sobre el riesgo de asfixia de las bolsas portabebés en forma de C en las que los bebés van en posición curvada pues la nariz y la boca, dicen, podrían quedar aplastadas contra la bolsa. Además, la postura obliga a que la barbilla presione contra el pecho disminuyendo así la capacidad de respiración y de movimiento del bebé.
Yo he usado (y sigo usando, ahora en posición sentada) un portabebés estilo bandolera por su gran beneficio para el recién nacido, pues ayuda a reforzar el vínculo y porque la encuentro mucho más cómoda que una mochila, pero desde luego me preocupan sus posibles riesgos.
La cuestión es si se trata de casos puntuales por mal uso o por tratarse de artículos defectuosos o si realmente las bandoleras pudieran ser peligrosas para los bebés tan pequeñitos cuyo mecanismo de defensa es aún tan débil.
La Comisión estadounidense de seguridad de productos de consumo (CPSC) investiga la muerte de 14 bebés en los últimos 20 años posiblemente vinculados con estos portabebés.
Mientras tanto, desarrolla una norma de seguridad y recomienda usar un portabebé en el cual el recién nacido (de hasta 4 meses) vaya en posición vertical en lugar de encorvado.