"Soy experto en felicidad y este es el simple hábito de dos minutos que hago todos los días para sentirme más feliz": Neil Pasricha, autor de 10 libros sobre felicidad

Seguramente alguna vez has escuchado esa frase que dice que la felicidad no es un destino, sino una dirección. Como bien dice, ser felices no es algo que mágicamente sucederá al alcanzar una meta o logro específicos, sino que es algo que se construye (y se disfruta) día tras día.

Alguien que tiene bien identificado esto es Neil Pasricha, autor de 10 libros y diarios sobre felicidad, gratitud, hábitos y resiliencia, que nos ayudan a tener una mentalidad más positiva, pero sobre todo, una vida más feliz.

Y de acuerdo con Pasricha, ser felices es mucho más sencillo de lo que podemos pensar: basta con realizar todos los días este hábito dos minutos para sentirnos más felices.

Pasricha explica que este método es llamado "Rosa, Rosa, Espina, Brote", y es un ejercicio que podemos hacer solos o en compañía de otros, ya sea con nuestra pareja, familia o amigos, para alcanzar la paz y la felicidad diariamente.

Así es como puedes ponerlo en práctica:

1) Destaca dos pequeños placeres

El primer paso de este hábito está relacionado con la gratitud y consiste en las primeras dos palabras de su nombre: "Comienzo escribiendo mi primera Rosa. Es algo por lo que estoy agradecido del día, sin importar lo pequeño que sea", explica Pasricha.

Menciona que esto podría ser algo tan simple como llegar tarde a una reunión, pero que el jefe haya llegado aún más tarde o, en caso de tener hijos, la media hora de silencio que se tuvo cuando ambos niños estaban durmiendo la siesta. Lo que sea.

"Mi segunda Rosa es otro pequeño logro o placer del día, como lo fría y refrescante que fue la ducha al final de mi rutina física, o cuando mi canción favorita sonó en la radio", añade.

Como puedes notar, ambas "rosas" tienen que ver con la gratitud y encontrar el valor de las pequeñas cosas, y Pasricha menciona un estudio que explica el por qué practicar estos pequeños agradecimientos es beneficioso:

De acuerdo con el estudio "Counting Blessings Versus Burdens" (que se traduciría como "Contando Bendiciones Versus Cargas"), escribir "gratitudes" no solo nos ayuda a ser felices, también nos hace sentirnos físicamente más saludables, en comparación con quejarse o señalar las cosas negativas.

2) Procesa los momentos difíciles

Después de las rosas, llega la siguiente parte de este ejercicio: la Espina. Pasricha explica que este es el momento de pensar en algo que no salió bien, un momento de sufrimiento o la parte más difícil del día. "Necesitamos espacio para desahogarnos, procesar, ser escuchados y atravesar la emoción", comenta.

La "espina" podría ser algo sensible, como tener una discusión con un amigo o familiar, o también algo que afecte nuestro día o productividad, como perdernos en ese scroll infinito en el que a veces solemos caer cuando revisamos las redes sociales.

"Las espinas son buenas para nosotros de una manera diferente [...] como una forma de ayudar a aclarar y, en última instancia, dejar ir lo que nos desafía", señala.

Como ya lo hemos comentado en otras ocasiones cuando hemos hablado de emociones no agradables, escribir sobre las cosas negativas es algo que nos ayuda a liberarlas y a reducir la carga emocional que tienen éstas en nosotros.

3) Identifica algo que esperas con ansias

Finalmente, llegamos a la parte del Brote. Esto consiste en identificar algo que anticipar y que nos haga sentir emocionados, ya sea ese mismo día, dentro de unas semanas o incluso dentro de varios años. Puede ser algo tan simple como un desayuno especial que prepararás el fin de semana, o quizás un plan o meta que desees alcanzar en 10, 15 o 20 años.

Pasricha comenta que aunque sean cosas pequeñas o cosas que sucederán dentro de mucho tiempo, esto es algo que también favorece la felicidad, pues de acuerdo con un artículo de los psicólogos Sonja Lyubormirsky, Kennon Sheldon y David Schkade llamado “Buscando la Felicidad”, establecer y anticipar metas y eventos nos hace más felices.

"He descubierto que hacer este hábito todos los días es como pasar un paño húmedo por la pizarra de mi mente. Es una rutina que me ayuda a conectarme, compartir y reflexionar", señala Pasricha, quien espera que estos dos minutos diarios también nos ayuden a sentirnos más felices.

Foto de portada |宇峰 杨 en Pexels y Leia Vita Marasovich vía Wikimedia Commons

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