Según datos de Unicef, seis de cada diez niños del mundo (unos 1.000 millones) de dos a 14 años de edad sufren de manera periódica castigos corporales a manos de sus cuidadores. Y puede que estas cifras escalofriantes sean sólo la punta del iceberg, ya que existe mucho maltrato infantil oculto. Pero lo que sí se sabe con certeza es que los niños y niñas están más protegidos en aquellas sociedades que condenan cualquier tipo de violencia contra ellos y cuyas costumbres y tradiciones respetan ampliamente los derechos de la infancia.
Por eso no nos gusta que en este tema haya ambigüedad, como en el caso de Francia o resquicios legales por los que se pueda aceptar una bofetada contra los más indefensos. Y nos alegra que Perú haya dado el paso y ya condene explícitamente los castigos físicos a los niños.
El Congreso de la República de Perú acaba de aprobar un proyecto de ley que prohíbe cualquier forma de castigo físico o humillante para niños y adolescentes. La propuesta ha contado con el voto favorable de 75 legisladores, una abstención y ninguno en contra.
Mediante esta prohibición expresa se quiere reducir el número de niños maltratados, que en el país andino es muy elevado y que reúne no solo maltrato físico en el ámbito familiar, sino también institucional, o el caso de maltrato por la explotación sexual a los menores (Perú cuenta con alguna red de turismo sexual), el trabajo infantil...
De este modo, Perú se suma a la lista de países que prohíben explícitamente los castigos corporales contra los menores. En Latinoamérica, Venezuela, Costa Rica y Uruguay fueron los primeros en prohibir estas prácticas en todos los ámbitos (en la escuela y en el hogar) entre 2007 y 2009. Solo tres países.
En los años siguientes, se sumaron a esta prohibición en sus códigos penales Brasil, Bolivia, Honduras y Nicaragua y Argentina aprobó en 2014 una ley al respecto que entrará en vigor en 2016.
La situación en Europa es que 27 de los 47 estados miembros del Consejo de Europa han prohíbido explícitamente los castigos corporales contra los menores, pero estos siguen siendo permitidos en otros 20 países. En los países en desarrollo, este tema está menos legislado y los derechos de los niños son más vulnerados y de maneras más variadas (trabajo infantil, matrimonio infantil...).
Para crear un entorno de protección, es fundamental que las familias y las comunidades sean capaces de proteger a sus niños, pero también es primordial la existencia de un marco legislativo adecuado que esté pensado para salvaguardar a la infancia del maltrato, así como su implantación y aplicación.
Mediante estos elementos esenciales estamos contribuyendo a crear un entorno de protección de los niños, donde se respeten sus derechos fundamentales. Y en este sentido Perú ha dado un paso más al prohibir el castigo físico a los niños, por lo que esperamos que, paso a paso, país a país, familia a familia, las cifras del maltrato infantil desciendan y que este sea un camino imparable hacia el respeto de aquellos más vulnerables.
Foto | Thinkstock
Vía | El Mundo
Más información | Unicef
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