Cómo educar a nuestros hijos e hijas para terminar con la violencia de género

Cómo educar a nuestros hijos e hijas para terminar con la violencia de género
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Todos los días del año son únicos para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y ayudar a aquellas que sufren maltrato por parte de su pareja.

Cualquier momento es bueno para visualizar la violencia de género, una lacra que sigue demasiado presente. Pero hemos querido aprovechar que hoy es el Día de la Mujer Trabajadora para desmontar viejos mitos que confunden amor con abuso, aprender a detectar esas señales que nos avisan que nuestra hija puede ser una víctima y saber cómo educar a nuestros hijos para terminar con la violencia de género.

La psicóloga Sofía Mas Guisado, experta en el tema y colaboradora de la Asociación Alma Contra la Violencia de Género, nos da todas las claves.

Qué podemos hacer los padres para prevenirla

"La violencia de género es aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es producir daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que se produce de manera continuada en el tiempo y sistemática en la forma, como parte de una misma estrategia".

Es la definición que hace el Ministerio de Igualdad sobre una realidad que nos toca muy de cerca y que "sigue siendo una de las manifestaciones más claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres".

Para Sofía Mas, la mejor manera de combatirla es desde la educación en los hogares, teniendo en cuenta que "la primera referencia que tenemos del mundo, desde que nacemos, es nuestra familia".

"El principal modelo de relación de pareja que un niño tiene es el de sus padres, tanto entre ellos como con otras personas, en caso de separación o divorcio".

  • Predicar con el ejemplo. Nuestros hijos nos observan y escuchan continuamente, por lo que será fundamental que entre los adultos que educan a esos menores haya una relación basada en el amor, el respeto, la igualdad, y un reparto equitativo de los cuidados de la familia.

  • Puede que surjan conflictos, pero hay que resolverlos de una manera sana y cuidando las relaciones.

  • Este trato basado en la comunicación y el respeto es fundamental dárselo también a nuestros hijos e hijas, especialmente a la hora de establecer límites y consecuencias. El uso de la violencia, tanto verbal como física, hace que normalicen este tipo de conductas y que les parezca normal si las sufren de sus parejas, lo que hace más difícil detectar las primeras señales de maltrato.

Cómo detectar si tu hija está sufriendo Violencia de Género

Violencia Genero

Añade la experta de la Asociación Alma que "las víctimas de Violencia de Género están sometidas a un progresivo aislamiento y control, ejercidos por su pareja".

Explica que "este control puede darse de manera tan sutil que ellas no sean conscientes y crean que actúan por voluntad propia, como una muestra de amor que no les supone renuncia alguna". Por eso, señala que los padres y la familia debemos prestar atención a los siguientes comportamientos:

  • Cambios en su manera de vestir o maquillarse. Es frecuente que empiecen a llevar ropa ancha si antes no solían hacerlo, que tapen su cuerpo o se maquillen menos, si antes les gustaba.

  • Alteraciones en su estado de ánimo. Si bien es normal que en la adolescencia los cambios de humor son habituales, en el caso de víctimas de violencia se percibe más tristeza, ansiedad, bajada del rendimiento académico, actitud menos comunicativa…

  • Idealizan a su pareja, así como a la relación que tienen con él, y minimizan los comportamientos que no son aceptables.

  • Aislamiento o alejamiento de amistades. Cuando se empieza una relación es normal dedicar menos tiempo a otras personas o actividades, pero puede ser una señal de alarma que se vayan abandonando hobbies, amistades, y todo aquello que no gire en torno al maltratador.

Pautas para educar a nuestros hijos e hijas en igualdad

Como asegura la psicóloga, la batalla contra la violencia de género hay que empezar a ganarla desde casa, educando en igualdad.

Propone estas sencillas pautas para incorporar a la vida diaria y prevenir conductas sexistas en los niños y adolescentes:

  • Aprovechar los conflictos para aprender a abordarlos de una manera respetuosa, mediante el diálogo, y facilitar la expresión de ideas y emociones, aunque sean desagradables.

  • Pedir ayuda profesional si es necesario. Las AMPAS y otras organizaciones ofrecen escuelas de padres en las que se proporcionan herramientas útiles para resolver los problemas más habituales.

  • Prestar atención y reconducir los comentarios machistas o sexistas que puedan realizar tanto los niños como las niñas: “Eso es de chicas” “Pareces una marimacho” “No llores nenaza”

  • Enseñarles a identificar conductas violentas y/o machistas, así como a protegerse y evitarlas, tanto si se ejercen contra ellas como si se perciben en su entorno.

Y termina aconsejándonos que siempre, aunque no tenga relación directa con la Violencia de Género, que como padres estemos presentes siempre y atendamos las cosas “poco importantes” que nos quieran contar.

"Si no sienten que les escuchamos en cosas pequeñas, no nos contarán esas otras más importantes".

Antes de finalizar, hacer una referencia a esas otras víctimas silenciosas que viven en familias donde existe maltrato hacia la madre: los hijos, a los que muchas veces no se les da voz. Pero esa, su historia, es otra. Y la contaremos más adelante.

Fotos | iStock

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