Sí, los vampiros emocionales existen y nos quitan toda la energía. Estos son los cinco comportamientos que los delatan

Sí, los vampiros emocionales existen y nos quitan toda la energía. Estos son los cinco comportamientos que los delatan
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Hemos hablado de las personas vitamina, aquellas que son como un chute de energía para nuestra alma y nuestro día a día. Sin embargo, encontramos también personas que son justamente todo lo contrario, cuyo comportamiento es altamente tóxico: los vampiros emocionales.

No llevan capa ni tienen colmillos afilados, pero sí son capaces de absorber por completo nuestra energía vital y dejarnos como un globo deshinchado. En este artículo hablamos de cinco comportamientos clave que nos alertan sobre la presencia de estos vampiros emocionales en nuestra vida cotidiana.

Cinco comportamientos de los vampiros emocionales que debes conocer

1. La queja, su afición (y su zona de confort)

Los vampiros emocionales a menudo se manifiestan a través de un constante lamento. Ya sea sobre su trabajo, relaciones o la vida en general, estas personas parecen estar perpetuamente insatisfechas.

Por ejemplo, son personas con las que quedamos para charlar y que aprovechan cada encuentro para desahogarse y quejarse de todo lo que no va bien en su vida (que por su puesto, siempre es "todo"), dejándonos exhaustos.

2. Nos roban la energía

Como en el caso de las personas vitamina, debemos fijarnos también en cómo nos sentimos nosotros mismos para aprender a detectar a los vampiros emocionales. Si después de quedar con esa persona (o de hablar con ella), siempre te sientes exhausto, como si te hubiera pasado un camión por encima, es probable que estés ante un vampiro emocional.

Esto claro que puede ocurrir algún día con algún amigo, pero, ¿siempre? Eso es demasiada casualidad. Y esto es por lo que decíamos, que son personas que aprovechan cualquier momento para quejarse, sin tener en cuenta que tal vez nosotros no necesitemos eso.

3. Manifiestan un pesimismo extremo

Ligado con el punto de la queja, encontramos su pesimismo extremo. Todo lo ven mal. Todo va a ir peor. Todo se podría hacer mejor, según ellos. Y a raíz de esta visión que tienen de la vida, siempre están insatisfechos.

Y claro, esto nos lo transmiten, y nos acaban arrastrando a su ola de pesimismo y negatividad. Es por esta razón también por la que sentimos, literalmente, que son personas que "nos chupan la energía".

4. Son manipuladores natos (aunque puedan pasar inadvertidos)

vampiros-emocionales
Colin Robinson

No siempre resulta evidente, pero otra señal clave de estos vampiros emocionales es su capacidad de manipular. Utilizan tácticas sutiles para, más que persuadir, controlar situaciones y personas, dejándote con un sentimiento de haber sido utilizado y agotado.

Así, sin darnos cuenta, siempre logran que acabemos haciendo lo que ellos quieren, sin entender cómo sucedió o por qué tomamos X decisión.

5. Muestran una dependencia emocional desmesurada: se enganchan a nosotros

Otra señal clave de un vampiro emocional es que tiende a depender emocionalmente de los demás de manera desproporcionada (y desde el principio de la relación, aunque solo seamos conocidos; cojen una confianza que no les hemos dado muy rápidamente, lo que nos puede violentar).

Así, constantemente necesitan atención, validación y apoyo (igual que los narcisistas, por eso también lo son un poco), absorbiendo la vitalidad de quienes los rodean. Son invasivos y demandantes, se presentan sin avisar, y nunca tienen en cuenta qué necesitamos nosotros (también hay falta de empatía), lo que hace que sintamos que la relación es totalmente desproporcionada (y agotadora).

¿Cómo actuar con los vampiros emocionales?

Algunas pautas que nos pueden ayudar a actuar si estamos ante un vampiro emocional, son:

  • Aprende a reconocerlos. Este punto es clave para poner en marcha estrategias para protegernos.
  • Para identificarlos, nos ayudará mucho conectar con nuestras emociones y con nuestra intuición. Pregúntate, ¿cómo me siento después de estar con esta persona? Y también, ¿cómo te sientes antes y después? ¿Cómo está tu energía?
  • Aprende a poner límites y a decir "no" con asertividad. Tienes derecho a marcar límites con estas personas; a no ceder a sus demandas o chantajes, a no verlas si no te apetece, a reducir o cortar el contacto... Conecta con tus necesidades reales y no temas expresarlas.
  • Reconoce en ti el derecho a escoger tus amistades y las personas que te rodean. Recuerda que esta es una forma de cuidarte y quererte, y que mereces hacerlo sin sentirte mal por ello.

Foto | Portada (Colin Robinson en 'What We Do in the Shadows').

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