Probablemente a la mayoría nos gustaría llegar bien preparados para la aventura de criar hijos, pero lo cierto es que nadie nace sabiendo ser padre o madre. Me gusta decir que la maternidad es una serie de aciertos y errores que realizamos conforme vamos recorriendo ese camino, que sin duda nos deja grandes lecciones.
Sin embargo, a veces no puedo evitar pensar en lo diferente que hubiera sido todo si las cosas fueran distintas y hubiera investigado más, o me hubiera acercado a más mamás con experiencia, para que me dieran uno de esos consejos que no vienen en los libros ni revistas.
Aunque no me arrepiento de cómo he vivido mi maternidad, pensando un poco en retrospectiva y reflexionando acerca de todo lo que he aprendido en estos casi cinco años, pienso que tal vez pude haber tomado mejores decisiones. Por eso, y con el objetivo de ayudar a alguna mamá reciente o cuyo bebé esté por nacer, hoy te comparto nueve cosas que haría diferentes en mi postparto, si pudiera volver en el tiempo.
No daría la noticia de inmediato
El nacimiento de un bebé, sea parto o cesárea, es uno de los momentos más fuertes y emotivos de la maternidad. Es el día en que dejas de ser solo la mujer, para realmente convertirte en madre, tras pasar por una transformación completa de cuerpo y mente.
Después del parto nos encontramos en nuestro estado más vulnerable, en el que necesitamos tener espacio y paz para recuperarnos, sin recibir visitas y enfocarnos en estar con nuestro bebé. Así que si pudiera volver en el tiempo, esta sería sin duda una de las cosas que haría diferentes en mi postparto: esperar unos días o incluso hasta una semana para dar la noticia de que ya había nacido mi bebé, y así disfrutar a solas y descansar.
Me preocuparía menos
Dicen que cuando nace una mamá, nace la culpa. Pero a eso yo añadiría que también nace la preocupación inmensa y permanente que nos acompañará el resto de nuestra vida. Sin embargo, en mi postparto me preocupé demasiado por todo lo que "podría" pasar y me estaba adelantando, en lugar de disfrutar el momento presente.
Descansaría más
Esto en realidad es lo que definitivamente cambiaría de mi postparto. No sé si sea solo cosa de madres, pero pareciera que nos gusta jugar a las todólogas sin descanso desde el primer día. Así es, la carga mental de las madres prácticamente comienza desde las primeras horas con nuestro bebé, y no debería ser así.
Debemos entender que el postparto es un tiempo necesario para nuestra recuperación y adaptación, que la casa y todo lo demás seguirán ahí, y que no pasará nada si nos permitimos descansar y llevamos las cosas de manera más relajada.
Confiaría más en mí
Desde mi experiencia, y la que me han compartido otra madres, el postparto es una de las etapas más difíciles de la maternidad. No solo porque nos enfrentamos a un mundo completamente nuevo, sino porque acabamos de pasar por una transformación total que nos ha dejado sensibles y vulnerables.
Pero todo esto es normal. Nadie tiene un bebé y de inmediato se convierte en una mamá experta (y no lo hará nunca, porque la maternidad es una serie de retos y aprendizajes continuos). Si pudiera volver en el tiempo, no dudaría tanto de mis capacidades en el postparto, y confiaría más en mí misma y en que todo saldría bien.
No me quedaría con la duda
Uno de los errores que cometí durante mi postparto, fue guardarme todas esas dudas y miedos que tenía. Sentía que era ridículo que no pudiera hacer bien las cosas, que estaba fallando porque todo mundo lo había hecho parecer tan fácil. "Te pegas a tu bebé a la teta y ya está". "Lo tomas en brazos y se calmará". No es cierto, no siempre es así.
Pero no me atrevía a preguntar cómo podría resolver ese tipo de situaciones, porque se supone que todo se daría solito y de forma natural una vez que naciera mi bebé. No es fácil, no es sencillo. Así que indudablemente, haría todas las preguntas que pasaran por mi mente, por más simples u obvias que parezcan.
Contaría con apoyo profesional
La maternidad es mejor acompañada, y si además de tu red de apoyo familiar, cuentas con profesionales que puedan asesorarte y acompañarte, la experiencia debe ser aún mejor. Buscar y contar con el apoyo de una doula, una matrona o una asesora de lactancia puede hacer la gran diferencia entre un postparto lleno de dudas y uno lleno de aprendizaje.
Pediría ayuda sin miedo
¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda en el postparto? Esto no sé si sea cuestión biológica, cultural o social, pero he encontrado que a la mayoría de las madres el pedir ayuda es algo que nos cuesta mucho esfuerzo y valor. Quizás sentimos que es admitir que no podemos con todo solas, aunque la realidad es esa: una madre sola no puede con todo.
Pero debemos hacerlo, especialmente en los momentos donde más la necesitamos, como el postparto. Pidamos ayuda para aprender a hacer las cosas, para poder descansar mejor, para poder recuperarnos tranquilamente, sin sentir que tenemos un millón de cosas por hacer.
Buscaría tiempo para mí
Aunque afortunadamente no sufrí de depresión postparto, lo cierto es que después de que nació mi hija me olvidé completamente de mí y toda la atención se volvió hacia ella, volviéndose la prioridad en casa, en una etapa en la que yo también necesitaba apoyo y atención. Afortunadamente, la maternidad no es como el postparto y eventualmente las cosas tomaron un ritmo más equilibrado.
Sin embargo, debemos recordar que mamá también importa, mamá también es prioridad. Y aunque es importante estar con nuestro bebé y atenderle, también debemos cuidarnos y buscar momentos de desconexión y descanso para sentirnos mejor.
Sería más gentil conmigo misma
Y finalmente, si pudiera volver en el tiempo y cambiar algo de mi postparto (y de mi maternidad en general), definitivamente sería ser más gentil conmigo misma. No me exigiría tanto y en vez de juzgarme por no poder hacer bien las cosas, entendería que estoy aprendiendo, y que a pesar de todos los miedos y dudas, lo estoy haciendo bien.