"Todos creen que ser madre a tiempo completo es fácil", la reflexión acerca de lo duro que puede ser quedarse en casa con los hijos

La maternidad es una de esas experiencias profundamente complejas que es difícil definir con una sola palabra o frase. Por un lado, es algo que nos regala experiencias y momentos maravillosos día con día. Pero por otro, también puede ser increíblemente dura, agotadora, y en ocasiones, poca valorada o subestimada.

En otras ocasiones he hablado de lo solitario que puede volverse el ser madre que se queda en casa y ahora, a través de una publicación que se volvió viral, una madre explica por qué ser mamá de tiempo completo no es fácil, y por qué debemos ser más comprensivos con las mujeres que se quedan en casa con sus hijos.

"Estoy sola... y me siento sola"

Hace algunos meses, te contaba acerca de la depresión de las madres que se quedan en casa, una realidad que debemos tratar con comprensión y apoyo, y justamente de esto va la publicación que el día de hoy compartiremos.

Escrita por una madre llamada Bridgette Anne, y acompañada por una fotografía de ella misma en la que se le ve llorando, esta reflexión muestra de forma real, cruda y honesta, cómo es el día a día de una madre que se queda en casa, y prueba que a diferencia de lo que muchos piensan, no es fácil.

Todos piensan que ser madre que se queda en casa a tiempo completo es fácil.

Que somos afortunadas de no tener que trabajar.
Que somos perezosas.
Que no es un trabajo "real", así que no tenemos nada de qué quejarnos.

Pero la verdad es que... es jodidamente solitario y abrumador.

No puedes hacer nada sola; ir al baño, disfrutar una taza de café, leer, ni siquiera puedes quitar el popó de los pantalones por tercera vez en el día sin que nadie llore o grite a tus piernas.

No tienes descansos a menos que estén durmiendo, y aún así usas ese tiempo para limpiar.

Batallas con encontrar formas para mantener entretenido a alguien por literalmente 12 horas cada día.

Usas la misma ropa, que huele a sudor y lágrimas durante días porque ya está sucia y no tiene caso arruinar más ropa.

Se le olvida lo que significa o se siente ser un individuo; porque tu entera existencia ahora gira alrededor de ese niño.

Ves a las madres que trabajan fuera de casa y sientes celos, porque desearías poder tener una excusa para tener una conversación adulta sin ser interrumpida.

Te encierras a solas en el baño y gritas cubriendo tu boca con una toalla, mientras lloras porque necesitas un segundo para respirar; todo esto al mismo tiempo que un niño está golpeando la puerta para poder entrar...

Piensen en eso, la mayoría de nosotras ni siquiera tenemos el lujo de llorar y estar frustradas en paz... y cuando terminamos por quebrarnos las personas se lo preguntan: "por qué lloras, si puedes estar todo el día sentada".

Yo era una de esas personas que juzgaba a las madres que se quedan en casa. Pero ahora lo entiendo. Las personas que dijeron que estarían ahí para ayudarte han desaparecido, y tú te has quedado con este abrumador sentimiento de haber fallado.

Mi casa no está limpia, yo no estoy limpia, los platos no están limpios, ya grité hoy, ya lloré hoy y me he sentido jodidamente culpable de que mi hijo estuviera aquí para presenciar esto.

Pero es que estoy sola... y me siento sola.

Busquen a sus amigas que se quedan en casa con sus hijos... NO estamos bien.

La publicación de Bridgette ha sido tan realista y ha hecho que tantas mujeres se sientan identificadas al describir lo difícil que es quedarse en casa con los hijos, que ha sido compartida más de 60.000 veces y lleva más de 19.000 comentarios, entre los cuales muchas madres comparten sentirse igual que ella.

El mejor trabajo del mundo, pero también el más agotador

Realmente para quienes alguna vez hayan sido o sean madres que se quedan en casa, lo que ella nos cuenta no es nada nuevo ni revelador. Sin embargo, aunque muchas hayamos vivido en carne propia ese agotamiento extremo y esa soledad que ella describe, no es fácil hablar de ello.

Y es que como lo he comentado en otras ocasiones, aún existe esa presión social que dicta que las madres deben sentirse siempre felices y agradecidas, pues sin duda los hijos son uno de los regalos más invaluables y preciosos que puede darnos la vida.

Sin embargo, aunque sea el mejor trabajo el mundo, el que más nos haga crecer, que nos regale momentos maravillosos y nos haga sentir el amor más grande, también es el más agotador, estresante, agobiante y emocionalmente duro.

Desde luego, esto no es una queja, pues amamos a nuestros hijos a tal grado que daríamos la vida por ellos. Pero no debemos olvidar que somos humanas, y que desahogarse es algo que hace cualquier persona que se siente cansada, abrumada o estresada.

Así que en conclusión, necesitamos más empatía, comprensión y apoyo, tanto de las personas que les rodean, como de las mismas madres que se quedan en casa. No es fácil aceptar o reconocer que sentimos que la maternidad nos está sobrepasando, pero es algo que deberíamos poder expresar sin sentir culpa o sentir que somos malas madres.

Ser madre de tiempo completo y que se queda en casa es una experiencia que nos enseña mucho, no solamente acerca de la maternidad, sino de nosotras mismas. Pero también debemos entender, que no son vacaciones ni es algo fácil, y que es importante también estar al pendiente de quienes tienen este precioso -pero agotador- trabajo.

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