El cordón umbilical en el recién nacido es algo así como lo último que queda de la unión física interna que había entre el bebé y su madre. Permanece durante unos cuantos días, secándose, hasta que se cae y aunque no hay que hacer mucho para que eso suceda, sí hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.
Las dudas más frecuentes son: ¿cuándo curarlo? ¿Cómo hacerlo? ¿Puedo bañar al bebé o es mejor esperar? ¿Qué hacer en caso de que tenga mal aspecto? ¿Qué hacer cuando ya se ha caído? Así que a continuación vamos a hablar de todo ello.
Cuándo cortarlo
Antes de entrar en detalle en nuestra función como padres y madres cuidadores de nuestro bebé y su cordón os comento brevemente un punto muy interesante e importante acerca del momento en que se recomienda cortar el cordón tras nacer.
Habréis visto en las películas que una vez nace el bebé lo primero que se hace es pinzar el cordón, si puede ser con los cordones de un zapato para que la cosa quede más emocionante, e inmediatamente cortarlo, como para salvar la vida del bebé y la madre.
Todos pensábamos que eso era lo lógico y necesario, hasta que hace unos años se empezó a cuestionar esta práctica y numerosos estudios empezaron a demostrar que no, que lo recomendable es esperar un poco.
Ya en Bebés y más hablamos de ello comentando algunos de esos estudios, y la OMS sugiere también que lo recomendable es esperar entre 60 y 180 segundos tras el nacimiento, con el fin de que el bebé tenga menor necesidad de transfusión de sangre (y menores probabilidades de sufrir anemia) y menor riesgo de hemorragia intraventricular.
El cuidado del cordón del recién nacido
Una vez nace, se done o no se done, se corte antes o después, la porción de cordón que está unida al bebé permanece ahí, saliendo de su ombligo, fresquita al principio, hasta que, unos días después, seca y momificada, cae. Lo habitual es que caiga en el transcurso de la primera semana, pero a veces llega a tardar de dos a tres semanas.
Una de las recomendaciones habituales es la de curarlo con alcohol de 70 grados, tanto solo como en combinación con algún antiséptico como la clorhexidina.
La realidad es que se ha visto que esto hace que el cordón tarde más días en caer, y la evidencia parece estar demostrando que el mejor modo de curar el cordón del recién nacido sea mantenerlo limpio y seco. Es decir, hacer bañitos de esponja al bebé manteniendo el cordón más o menos seco. Así caerá antes sin que haya más riesgo de infección.
Esto se sabe desde hace ya unos años. En una revisión de estudios realizada por la OMS en 2004, en que se incluyeron 22 estudios con 8.959 bebés, vieron que era indiferente cómo se curara el ombligo al comparar el uso de antiséptico con el cuidado del cordón en seco.
Es decir, que aquellos padres que no hicieron nada más que mantener el cordón del bebé seco tuvieron el mismo pronóstico (el mismo número de infecciones de cordón en el bebé) que aquellos que lo curaron con antiséptico o con algún placebo, y el cordón caía antes.
Ahora bien, los autores de la revisión consideraron que hacía falta más evidencia y que en aquellos lugares donde el riesgo de infección bacteriana es alto (allí donde haya poca higiene, mala alimentación, etc.) se utilice antiséptico.
¿Puedo bañar al niño si aún no se le ha caído el cordón?
Sí, se puede bañar al bebé cuando aún no ha caído el cordón, aunque teniendo en cuenta que lo interesante es que se vaya secando, parece que lo más lógico es no hacerlo. En caso de bañarlo lo importante es después secar bien el cordón con gasas, para que quede limpio y seco. En caso de no bañarlo con inmersión del cuerpo, podemos hacer el llamado lavado del gato, con esponjita, agua y un poco de celeridad.
¿Y si tiene mal aspecto?
En caso de que huela mal, haya secreciones o sangre (que manche un poco de sangre en la camiseta es normal, pero si vemos que está sangrando, no) debemos acudir al pediatra, ya que probablemente haya que hacer uso de antibiótico para evitar la infección del mismo. Si sangra, se recomienda poner gasas y hacer presión en el lugar de sangrado para contener la hemorragia (y acudir igualmente al pediatra para que lo valore).
¿Qué hacer cuando el cordón umbilical ya ha caído?
Observar cómo ha quedado el ombligo, ya que puede haber un pequeño granuloma (como un trozo de cordón fresco de tamaño variable, que puede llegar a ser del tamaño de un garbanzo) que deberá de nuevo secarse y caer y que deberemos tratar de nuevo como si fuera el cordón. En tal caso, puede ser interesante acudir a la enfermera para que le eche un ojo (sin prisa), por si considera necesario el uso de nitrato de plata para ayudar a reducir el tamaño del granuloma y disminuir el riesgo de infección.
Si no hubiera granuloma se recomienda seguir controlando el cordón unos días más. En mi centro de salud decimos que al segundo día de caer empiecen a bañarlo si quieren, todo depende de si ya lo estaban bañando o no, porque si lo hacían lo único que deben seguir haciendo es mantener seca la zona.
¿Y si aún mancha?
Sucede a veces que el cordón ya ha caído, tratamos de abrir el orificio del ombligo para mirar si queda algo de cordón y, no viendo nada, veamos que aún a veces se mancha la camiseta o el pañal con unas gotas de sangre. La recomendación habitual es ir limpiando hasta que deje de suceder, pero en mi experiencia personal y en la consulta me ha funcionado mejor no hacer nada. Es decir, dejar que salga un poco de sangre, que se manche la zona del ombligo, que se seque, y en vez de retirar esa sangre seca, dejarla para que haga de tapón. El cordón no sangra más y un buen día esa "costrita" cae y listo.
Fotos | Thinkstock En Bebés y más | Cómo curar el cordón umbilical, Complicaciones por la infección del cordón umbilical, Esperar tres minutos para cortar el cordón umbilical, beneficioso para la salud del bebé