De hecho, el sedentarismo es el culpable de la obesidad infantil, igual o más que la mala alimentación.
Un estudio desarrollado por investigadores británicos y estadounidenses asegura que los niños que practican actividad física de forma moderada o intensa durante sólo 15 minutos son menos propensos a padecer obesidad que los inactivos.
Es apenas un cuarto de hora diaria realizando alguna actividad como correr detrás de una pelota, saltar, montar en bicicleta o cualquier otra actividad infantil que los ejercite físicamente para ayudarles a que mantengan un peso adecuado.
Según los expertos, es el primer estudio que aporta una evidencia fuerte sobre el vínculo de la actividad física y la obesidad infantil.
Siguiendo los consejos de los investigadores podemos adaptar pequeñas rutinas diarias para que el niño practique alguna actividad física.
Por ejemplo, ir a buscar al niño al cole para que vuelva caminando o 15 minutos (que no es nada) de juegos en una plaza o un parque puede ser mucho más importante para la salud de nuestros hijos de lo que podemos imaginar.
Justamente ayer hablábamos de cambiar nuestros hábitos para tener hijos más sanos, y el ejercicio físico es una costumbre que debemos adoptar en nuestra vida y en la de ellos, tan sólo son 15 minutos al día.
Vía | Prensa Latina En Bebés y más | La obesidad se relaciona más con la poca actividad física que con la mala alimentación En Bebés y más | Emocionante ejercicio infantil