En varias ocasiones hemos hablado en Bebés y más sobre la importancia de la alimentación que reciben nuestros hijos, para su bienestar ahora y en un futuro, cuando se desarrollen alcanzando la edad adulta. Un grupo numeroso de investigadores y expertos de 16 países europeos, toman parte en un interesante proyecto que trata de analizar exactamente la relación entre la alimentación de los niños y las enfermedades que pueden sufrir en edad adulta, ya sea obesidad, diabetes, alergias o problemas cardiovasculares, se trata del proyecto Earnest.
La finalidad del proyecto es ofrecer respuestas que eviten esta relación mediante los distintos medios que se encuentran disponibles, a través de las guías alimentarias, las campañas informativas, etc. Lo que resulta sorprendente es que de las 38 universidades que participan en este proyecto para mejorar la alimentación infantil y obtener una mejor prevención contra las enfermedades, sólo una universidad española está presente. La Universidad de Granada desarrolla conjuntamente con el resto de universidades y empresas que participan en el proyecto, la alimentación en todas las etapas del niño, desde el mismo momento en el que es concebido. Todo influye para que el día de mañana, el niño siendo ya adulto, se encuentre en un estado óptimo de salud, la alimentación de la madre, la alimentación del bebé con leche materna y la alimentación durante su infancia. Proporcionar una respuesta clara y concisa que permita concienciar a los padres sobre la importancia de la alimentación es una tarea que mejorará el estado de salud de las futuras generaciones.
Pero no basta con consejos, por ello todos los estudios que se muestren tendrán una base científica que demuestre dichas relaciones. Como proyecto es interesante, aunque quizás no sea todo lo eficaz que deseen los científicos, recordemos que ya han salido numerosos estudios que reflejan la importancia de la lactancia materna o la necesidad de incorporar determinados alimentos y pautas en las dietas infantiles, dichos estudios muestran también cuáles son las consecuencias negativas para los niños, sin embargo, parece que no sean escuchados.
La información no es un medio del todo eficaz, sería necesario que las instituciones, colegios o los propios gobiernos se impliquen más en el tema, vetar aquellos alimentos que por sus componentes no son recomendables para la salud, como puede ser la bollería industrial. Concienciar a los padres es algo fundamental, de ello depende que la calidad de vida del niño en un futuro esté garantizada.
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