La ciencia y la industria invierte cantidades ingentes de dinero para encontrar la clave de la longevidad. Es un negocio millonario que abarca múltiples sectores, entre ellos el de la alimentación, el deporte, la medicina, la tecnología y la psicología.
Sin embargo hay una que generalmente no se tiene en cuenta y a la cual poco a poco le hemos ido restando tiempo, en gran parte por culpa de las nuevas tecnologías. Hablamos de dormir, una función natural del cuerpo humano y una de las más importantes por todos los procesos que se generan durante el sueño. Se afirma que podemos vivir más de ocho días sin comer, pero si nos privamos de dormir, a partir del tercer día el riesgo de muerte es latente.
Dormir poco envejece, pero además acelera el deterioro cerebral
La longevidad no solo tiene que ver con alargar el tiempo de vida, sino también con la calidad de la misma: que cumplir años no impida tener una vida activa, en la que podamos gozar de una buena salud física y mental.
Aunque afirmar que dormir poco nos envejece y produce deterioro cerebral puede parecer un poco radical, lo cierto es que varios estudios lo han comprobado. Uno de ellos realizado por investigadores de la Universidad de Zurich, encontraron que tras privar del sueño durante casi 24 horas a un grupo de jóvenes, estos mostraron “escáneres cerebrales equivalentes a 1 o 2 años de envejecimiento cerebral”, aunque estos efectos se vieron revertidos cuando recuperaron esas horas perdidas.
Sin embargo, si dormimos menos horas de las necesarias de forma continuada, los efectos no se pueden revertir. Esto es lo que afirma otro estudio realizado por investigadores de la Universidad of California, Berkeley, el cual sugiere que las alteraciones del sueño tienen importantes consecuencias para la salud a medida que avanza la edad y especialmente a nivel cerebral. De hecho afirman tener evidencias suficientes de que "las alteraciones estructurales dentro del hipocampo (zona relacionada con la capacidad de aprendizaje) en los adultos mayores son una consecuencia de un deterioro asociado del sueño".
Por eso, tener una buena higiene del sueño siendo jóvenes puede ser una de las claves más efectivas como medida de prevención de deterioro cognitivo cuando llegamos a una edad avanzada.
¿Qué le sucede al organismo si dormimos poco?
Dormir poco de manera continuada puede tener diversos efectos negativos en el cuerpo y la salud en general. Algunos de los más importantes son:
- Menor rendimiento cognitivo: la falta de sueño, además de provocar cansancio durante el día, repertcute negativamente en la concentración, la memoria y el razonamiento.
- Disminución en los reflejos: la falta de sueño disminuye atención y produce una disminución de los reflejos, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
- Problemas emocionales: la falta de sueño puede afectar el estado de ánimo y aumentar la irritabilidad e incluso producir ansiedad y depresión.
- Puede deteriorar el sistema inmunológico: durante el sueño se produce el proceso de activación inmune, la síntesis de proteínas y la división celular, así como un aporte de energía y de cambios endocrinos, que contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmune, regulando sus respuestas innatas y adaptativas
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas: la falta de sueño se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
- Problemas metabólicos: La falta de sueño puede afectar negativamente el metabolismo, contribuyendo a problemas como la resistencia a la insulina y el aumento de peso.
- Alteraciones hormonales: El sueño juega un papel crucial en la regulación de diversas hormonas, incluidas aquellas que controlan el apetito. La falta de sueño puede afectar negativamente estas señales hormonales contribuyendo, por ejemplo, a problemas de peso.
- Envejecimiento prematuro de la piel: la renovación de la piel tiene lugar surante la noche, mientras dormirmos. Al cambiar el ritmo circadiano el cuerpo cambia a modo regeneración activa a través de la producción de sustancias que protegen y renuevan. Según el Instituto del Sueño, entre la media noche y las cuatro de la mañana el flujo sanguíneo aumenta, lo cual beneficia los cambios celulares y la propia regeneración de la piel.
- Impacto en la salud cardiovascular: La falta de sueño puede contribuir al desarrollo de hipertensión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Cuánto tiempo debemos dormir cada día
El tiempo que necesitamos descansar depende principalmente de nuestra edad. El National Sleep Foundation, un instituto de investigación estadounidense de Virginia, tiene publicada una lista de recomendaciones generales en función de cada rango:
- Recién nacidos (0-3 meses): entre 14-17 horas cada día.
- Bebés (4-11 meses): entre 12-15 horas.
- Niños pequeños (1-2): no es recomendable que duerman menos de 9 horas y más de 15 o 16. Lo que se aconseja es que descansen entre 11 y 14 horas.
- Niños en edad preescolar (3-5): se recomienda que duerman entre 10-13 horas.
- Niños en edad escolar (6-13): se recomienda que duerman entre 9 y 11 horas.
- Adolescentes (14-17): se recomienda que duerman unas 10,08 horas.
- Adultos más jóvenes (18 a 25): entre 7-9 horas al día, y no menos de 6 ni más de 10-11.
- Adultos (26-64): lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas.
- Adultos mayores (de 65 años): se recomienda que duerman entre 7-8 horas al día.
Foto | Érase una vez en Hollywood