Generalmente se tiende a asociar la Navidad con época de regalos, juguetes y deseos materiales. Los niños esperan ansiosos la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos, y los padres nos desvivimos por complacerlos y encontrar ese juguete perfecto que les haga felices.
Pero entre la vorágine de regalos, comidas y planes, a veces nos olvidamos de lo realmente importante: los mejores juguetes para nuestros hijos somos papá y mamá; tanto ahora en Navidad, como durante el resto del año.
La importancia de jugar con nuestros hijos
Hace unos años, la campaña de Navidad de Famosa nos golpeaba emocionalmente con un impactante spot que nos recordaba la importancia de jugar con nuestros hijos antes de que crezcan y sean ellos quienes dejen de buscarnos.
Es cierto. Los niños crecen muy rápido y los padres andamos demasiado ocupados como para jugar con ellos, pasar tiempo juntos o incluso conectar diariamente mediante pequeños gestos que nos harían más felices a todos.
Ellos adoran estar con nosotros, disfrutan cuando participamos de sus juegos, cuando les prestamos atención con nuestros cinco sentidos y cuando nos olvidamos del mundo adulto y nos adentramos en su mundo mágico y de ilusión.
Por otro lado, la realidad que estamos viviendo ha cambiado radicalmente nuestra forma de relacionarnos con los demás y nuestro tiempo de ocio. Ahora los niños ya no juegan tanto con otros niños como ocurría antes, y en muchas ocasiones sus relaciones sociales se limitan al entorno escolar. Esto hace que sea más necesario que nunca jugar con nuestros hijos, pasar tiempo con ellos y sacar el máximo partido a esos ratos en familia.
Pero, ¿qué significa "jugar" con nuestros hijos?
Hay padres que confiesan no disfrutar jugando con sus hijos, e incluso no saber cómo hacerlo. Y es que no siempre es fácil convertirse en niño y dejarse llevar por la fantasía. Pero jugar no significa únicamente tirarnos al suelo para manejar coches o muñecas, o disfrazarnos de indios y vaqueros.
"Jugar" puede implicar pasar un rato dibujando juntos, haciendo manualidades o comentando la película que acabamos de ver en familia. "Jugar" también puede ser hacer una excursión o un viaje en familia, visitar un museo o disfrutar de una comida junto a nuestros hijos sin interrupciones ni pantallas de por medio.
"Jugar" también es leer un cuento antes de dormir, bailar juntos, inventar un lenguaje secreto, hacer una guerra de almohadas o de cosquillas, salir a montar en bici, pasear por la naturaleza, echar un partido de fútbol...
Así pues, aprovechemos estas Navidades para crear recuerdos imborrables en la infancia de nuestros hijos, y después sigamos manteniéndolo como propósito de año nuevo. Creemos momentos cómplices que el tiempo no sea capaz de borrar, y que fortalezcan nuestros lazos ahora y siempre.