Si preguntásemos a las madres qué significa para ellas tener hijos, seguramente la mayoría respondería que es lo mejor que les pasó en la vida. No porque sea una postura, sino porque es realmente lo que sentimos. Sin embargo, hay madres que no sienten lo mismo con respecto a su maternidad. Hay mujeres que no se sienten realizadas ni felices en su papel de madres. Y aunque muchas no podamos comprenderlo, es una opinión absolutamente respetable.
Una de ellas es Corinne Maier, una escritora francesa, madre de dos hijos, quien asegura en una polémica entrevista publicada en BBC que se arrepiente de haber tenido hijos, y entre otras cosas, que criar hijos es 1% de felicidad y 99% de preocupación. ¿Qué le responderías a esta madre?
No todas las mujeres son felices siendo madres
Es un fenómeno social del que pocos hablan, tal vez porque no esté bien visto, porque es un tema tabú, pero cada vez se habla más sobre la maternidad arrepentida. La socióloga israelí Orna Donath habla de ello en su libro Madres Arrepentidas y asegura que hay muchas más de las que creemos.
Muchas han sido madres por un mandato, porque era lo que tocaba en sus vidas sin plantearse realmente si es lo que deseaban. Mujeres que tras haber sido madres, aunque aman a sus hijos, se arrepienten de haber tomado el camino de la maternidad.
Corrine Maier, autora del libro No Kid: 40 buenas razones para no tener hijos considera que los adultos están tan obsesionados con sus hijos, y tan exhaustos por tener que cuidarlos, que no tienen energía para nada más. Y habla así de la maternidad:
"No es que esté en posición de defender una reducción de la tasa de natalidad. Teniendo dos hijos, no puedo decirle a los demás: "No hagas lo que yo hice". No obstante, sí me parece hipócrita esconderme detrás de una pantalla de humo idealista ("No hay nada más hermoso que la sonrisa de un niño") para justificar mis cuestionables decisiones en la vida. Estoy fuertemente en contra del lavado de cerebros y del pathos. Es hora de dejar de vender la idea de que los bebés producen un hechizo de felicidad. ¡Basta de esta gran ilusión!"
"Soy una madre (o un padre) dichoso, mis hijos son mi alegría". Es obligatorio encontrar placer en la maternidad. En mi experiencia, la realidad es muy diferente: criar a un hijo es 1% de felicidad y 99% de preocupación. Ser padre se ha convertido en un trabajo muy demandante. Muchos padres se involucran más de la cuenta en la educación se sus hijos y se convierten en "hiper" padres, presentes en cada frente: asegurando un desayuno balanceado, actividades extracurriculares, ayuda con los deberes escolares… Yo estoy perfectamente consciente de cuán involucrada estuve (muy involucrada, de hecho) y como me convertí, lo quisiera o no, en el estereotipo de una madre judía. Eso produce niños hipercontrolados e hipervigilados. Me pregunto cómo ellos se las arreglarán un día para convertirse en adultos.
También habla de que criar hijos es carísimo y que fomentando la natalidad, se fomenta también que haya "un número cada vez mayor de pequeños consumidores que nunca se fatigarán de un capitalismo que necesita vender cada vez más productos".
Qué le respondería yo
La publicidad, los medios, la sociedad pueden mostrarnos imágenes de madres perfectas, pero quienes somos madres sabemos que esa imagen idílica no es cierta. No soy tonta, sé perfectamente que no es fácil y no compro esa imagen de madre perfecta. No me siento engañada por la presión publicitaria.
O si, remotamente, he imaginado una maternidad idealizada antes de ser madre, al serlo realmente me di cuenta que de que no es fácil, que es muy distinta a lo que nos habían "vendido", y que, aún con sus sombras, la maternidad es lo mejor que me pasó en la vida.
Sí, es un trabajo muy demandante, si se lo puede llamar trabajo. Pero yo no lo veo como un servicio militar. Preocuparme por la alimentación de mis hijas, su educación, su salud, sus actividades es cansado, claro que sí, pero para mí es dedicación, es cuidado, es amor, porque estás criando un hijo, formando un ser no marcando horas en un trabajo que detestas.
En cuanto a lo económico, no lo veo como ella, la verdad. Tengo tres hijas y hoy en día cuesta mucho pagar la educación y la manutención de tres. Sí, me privo de muchas cosas. Viajes que me encantaría hacer, cosas que me gustaría tener y no tengo, porque así lo he elegido. Pero no lo veo como una frustración. Al contrario, para mí tener hijos ha sido una elección de vida de la que no me arrepiento.
Y por último, no estoy de acuerdo con su porcentaje de felicidad, ni cerca. Por supuesto que tener hijos genera preocupación, desde el momento en que te enteras que estás embarazada no paras de preocuparte por un posible aborto, por cómo será el parto, luego cuando nace porque no se enferme, cuando comienza a andar porque no se golpee, luego que no tome drogas, que no fume... En fin, toda una vida de preocupaciones, una tras otra. Pero todo ello forma parte también de la felicidad de ser madre.
Respeto mucho a quienes se arrepienten de su maternidad y admiro el valor que tienen de expresarlo, pero yo estoy en la otra acera. Nos gustaría conocer vuestra postura. ¿Qué opináis vosotros sobre las afirmaciones de esta madre?
Vía | BBC
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Madres arrepentidas: Una mirada radical a la maternidad y sus falacias sociales (RESERVOIR NARRATIVA)