Tener un hijo con discapacidad: cómo afrontar esta situación

Tener un hijo es un momento de la vida lleno de emociones, que muchas veces son contradictorias, pues se trata de una mezcla entre alegría y miedo con muchas expectativas de por medio.

Y cuando en este momento se presenta el hecho de que nuestro hijo tenga alguna discapacidad (ya sea física, intelectual, sensorial, etc.), las emociones pueden llegar a ser muy abrumadoras.

Es perfectamente comprensible sentir mucha ansiedad al conocer esta condición y, en muchos casos las mamás y papás pueden llegar a sentirse muy solos, incluso estando rodeados de otras personas.

Además, la culpabilidad hace de las suyas, convirtiéndose en parte habitual del momento. Es común preguntarnos si hemos hecho algo mal o si deberíamos haber hecho algo de forma diferente, y estas preguntas, lejos de ayudarnos, terminan convirtiéndose en una carga muy pesada de llevar. ¿Cómo afrontar esta situación vital?

“Si no está en tu mano cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con que afrontes ese sufrimiento.”
-Viktor Frankl-

La tormenta antes de la calma

En el momento de saber que nuestro hijo que llega, o que ya está con nosotros, tiene una discapacidad, se produce una crisis en el núcleo familiar, y se inicia un proceso de duelo por el hijo que "esperábamos" en nuestro imaginario mental, y que no será igual.

Las expectativas y el duelo

Y es que todos, antes de dar a luz o de ser padres, de forma consciente o inconsciente, depositamos unas expectativas en el hijo que llega, siendo estas, normalmente, que todo vaya bien, que sea sano, etc.

Cuando no es así, se produce un desequilibrio a nivel familiar y emocional que requiere tiempo para recuperarse.

También debemos afrontar todos los retos que representan la condición del niño y que pueden llegar a afectar los vínculos existentes entre los miembros de la familia, como lo señala la psicóloga Blanca Núñez en un artículo (2003).

“Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Solo tras haber hecho frente a esta regla fundamental y haber aprendido a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no, serán posibles la tranquilidad interior y la eficacia exterior.”
-Epicteto-

El agobio y las emociones desagradables

Es perfectamente comprensible que, ante la noticia de que nuestro hijo tiene alguna discapacidad, nos sintamos agobiados por un cúmulo de emociones que nos hacen sentir muy mal.

Pero ten siempre presente que se trata de una crisis temporal de la cual podréis salir como familia, y que toda esta angustia pasará.

Aceptación de la nueva realidad

Por su parte, los investigadores Silva, Velázquez, Luna, y Garduño (2010) señalan en un artículo que los cambios que se presentan en una familia con la llegada de un hijo con discapacidad tienen que ver con cómo se responden a ciertos factores.

Y estos factores tendrán que ver con cómo la dinámica familiar acepta este hecho y con cómo se reorganizan en función de su nueva realidad. Y con todo esto tiene que ver el proceso de duelo, es decir, la aceptación de la nueva situación.

Hablar sana

Una de las maneras más efectivas de dar alivio a nuestras almas es hablar de lo que nos sucede, de lo que sentimos, de nuestros temores e incluso de esos pensamientos que quisiéramos no tener, pero que igual están.

Cuando tenemos un hijo con discapacidad es frecuente encerrarnos en nosotros mismos y tratar de evitar conversar con los demás sobre el tema, y en otras ocasiones son los demás quienes evitarán el tema, pero es importante que expreses lo que sientes.

Recurrir a un profesional

En este sentido, a veces será necesaria la ayuda de un terapeuta, la cual trae muchos beneficios y al ser alguien externo al núcleo familiar directo resulta más sencillo poder conversar acerca de lo que estamos viviendo, sin temor a ser juzgados o acusados de ser malos padres.

Alerta de spoiler: no lo sois, estáis haciéndolo lo mejor que podéis y tenéis todo el derecho del mundo a sentiros agobiados o confundidos. Está bien no poder con todo a la vez, no pasa nada.

“Recuerda: puedes con todo, aunque quizás no con todo a la vez.”

¿Cómo afronto esta situación?

Cuando tenemos un hijo con discapacidad tendemos a dejar relegado a un segundo plano toda nuestra vida. Estamos llenos de miedos, angustia, tristeza e incluso rabia, y nos cuestionamos constantemente nuestro papel como padres.

Pero es importante que tengas en consideración los siguientes consejos para poder sobrellevar la situación:

  • Habla acerca de lo que sientes

Te recomendamos que sea con un profesional, bien sea psicólogo, psiquiatra o terapeuta. También con tus amigos de confianza.

  • Conversa con tu familia sobre la situación

Explícales lo que sucede y no temas pedir ayuda.

  • Es importante ser honestos con lo que nos gusta o no que pase con nuestros hijos

Muchas veces los familiares hacen cosas que resultan desagradables y es necesario aclarar esos puntos.

  • Tómate un tiempo para ti

No es ser egoísta, es necesario. Si tú no estás bien, no puedes estar bien para cuidar a tu hijo. Todos los días reserva para ti aunque sean cinco minutos y haz algo con lo que disfrutes: toma un té, escucha música, toma un baño, etc.

Esto resulta muy difícil, lo sabemos, pero es preciso por la salud mental de todos los involucrados.

  • Contacta con una Asociación de familias con hijos con el mismo diagnóstico

Esto siempre ayuda a sentirse arropado, comprendido y acompañado.

  • Aprende a disfrutar de tu hijo

De su vida, de su crecimiento, sin centrarte en lo que “debería ser”.

  • Vive el presente y disfruta cada instante de la vida junto a tu hijo

Recuerda que todo es pasajero, así que si estás atravesando un mal momento, recuerda que no será eterno. Y si estás teniendo un buen tiempo, disfrútalo al máximo sin preocuparte por el mañana.

  • Trabaja el perdón

No solo el perdón hacía los demás, sino también hacia ti mismo. Este es un punto trascendental que te puede permitir ver todo desde una óptica diferente.

“La discapacidad no es una lucha valiente o coraje en frente de la adversidad. La discapacidad es un arte. Es una forma ingeniosa de vivir.”
-Neil Marcus-

Tener un hijo con discapacidad: un reto

Sí, ciertamente ser padres de un hijo con discapacidad puede ser un reto bastante complejo, pero te aseguramos que tienes la fuerza para hacerlo.

Y cuando te sientas débil, recuerda que está bien pedir ayuda y está bien sentirnos agotados y tener miedo; eso no nos hace menos valientes, sino todo lo contrario.

La importancia de transitar las emociones

Y sobre todo, permítete transitar todas esas emociones para que encuentren su lugar y su sentido dentro de ti. Están ahí por alguna razón.

“La vida no es fácil para nadie. Pero ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa, y esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste.”
-Marie Curie-

Recuerda siempre que tú y tu hijos sois importantes y sí, tocará afrontar dificultades en muchos sentidos e incluso puede que discriminación social, pero eso no define quienes sois ni vuestra valía. Vuestro hijo es y será maravilloso precisamente por ser quién es, y juntos podéis aprender un montón.

No te dejes abrumar por un diagnóstico de discapacidad, recuerda siempre estas palabras:

“En realidad, no existen personas discapacitadas, sólo personas con distintos grados de aptitud.”
-Henry Viscandi-

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