Era cuestión de tiempo que esto sucediera. Cuesta imaginar que un día, en el futuro, nuestros hijos nos denuncien por haber publicado fotos suyas de cuando eran bebés. Pero ya ha sucedido, solo ha tenido que transcurrir el tiempo necesario entre el uso extendido de internet y los retoños que crecen...
Y lo que hasta ahora era avergonzarnos cuando nuestros padres enseñaban a nuestros amigos o parejas el antiguo álbum de fotos con nuestras instantáneas de bebés desnudos, con peinados ridículos o disfraces de espanto se ha convertido en un exhibicionismo más serio y difícil de controlar.
Claro, que también han de darse determinadas circunstancias para llegar a una denuncia. Por ejemplo, una adolescencia rebelde, complicada, y unas fotos que pueden parecerle ridículas a esa persona que parece estar siempre en contra de sus progenitores. Unas imágenes que escapan a nuestro control, a diferencia del antiguo álbum de fotos que podemos cerrar y esconder. ¿Una buena ocasión para enfrentarse a los padres?
Ya vimos que en Francia tu hijo podrá denunciarte por publicar fotos suyas en las redes sociales si se considera perjudicado. En ese caso, las autoridades francesas podrán imponer a los padres multas de hasta 45.000 euros e incluso un año de prisión por publicar fotos de sus hijos en las redes sociales sin permiso.
Fotos que escapan a nuestro control
Ahora ha saltado la noticia de que una chica de 18 años de Carinthia, Austria, ha denunciado a sus padres por publicar y compartir fotos de ella cuando era una niña. Escenas íntimas, embarazosas, que incluyen el cambio de pañal, en el orinal, desnudos... Ella argumenta que hay más de 500 fotos que le han hecho la vida imposible, imágenes compartidas por sus padres desde 2009 sin su permiso.
Su abogado cree que tiene fácil ganar esta denuncia (los padres tendrían que indemnizar a su hija por los daños) y la chica señala que "está harta de no ser tomada en serio por sus padres". Por su parte, los progenitores se han negado a borrar las fotografías, lo que en principio podría haber sido una buena solución amistosa. En principio, porque ya sabemos lo difícil que es borrar un rastro en Internet y las variadas implicaciones de las imágenes de menores en las redes.
Da la impresión de que esta familia no atraviesa por su mejor momento, ya que se me ocurren muchas formas de haber solucionado el asunto de las fotografías de otro modo. Pero la cuestión es que han llegado a ello y me pregunto, ¿me podría pasar a mí? Hace tiempo que no publico fotos de mis hijas en las redes, por cuestiones como esta y otras más graves que me planteo que pudieran suceder con las imágenes. Al fin y al cabo, ellas aún no son conscientes de lo que supone exponer su imagen y he de decidir yo.
Porque sabemos que los pedófilos contactan con niños a través de las redes, se aprovechan de sus imágenes, porque esas fotos podrían acabar en cualquier otro medio, porque hasta para un posible trabajo podrían verte en pañales si buscan información tuya en la red, porque se podría indagar para ver dónde vive ese niño o niña, a qué cole va, porque tu hijo se puede avergonzar en el futuro...
Son algunas de las razone que se me ocurren para tener este tema controlado. Y seguro que este de la chica de Austria que ha denunciado a sus padres no es un caso aislado y oiremos hablar de ello más a menudo en adelante. No dejamos de compartir fotos de nuestros bebés desde que nacen, los tenemos en nuestra imagen de perfil, salen en Twitter, Facebook, Instagram... Y esas imágenes, una vez saltan a la red, son muy difíciles de controlar. Doy fe.
En fin, que tendremos que llevar más cuidado con las fotos que publicamos de nuestros hijos en Facebook y plantearnos, ¿se sentirá ofendido en el futuro? ¿Le gustará? ¿Quién las puede ver? ¿Podré borrarlas fácilmente si me lo pide mi hijo? ¿O las fotos en Internet escapan de nuestro control?
Fotos | iStock
Vía | Daily Mail
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