Diversas sustancias tóxicas que se encuentran en los alimentos pueden influir en la capacidad de aprendizaje, así lo indican los estudios elaborados en el Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia.
Es importante y necesario conocer los efectos que producen determinados contaminantes medioambientales en los alimentos, para ello se han elaborado diversos estudios donde se les administraba a ratas de laboratorio, alimentos que se encontraban contaminados con sustancias tóxicas como el plomo, el metilmercurio, etc., y se han conseguido desvelar algunos de los mecanismos que dificultan la capacidad de aprendizaje en estas ratas. Estas investigaciones permiten evaluar los efectos nocivos de estos alimentos en la población, la contaminación ambiental incide directamente en la cadena alimentaria a través de distintos medios, ya sea el suelo, el agua o el aire, a su vez estos alimentos inciden directamente en los recién nacidos y en los fetos que son mucho más vulnerables, incidiendo directamente en el desarrollo de sus cerebros.
Estos estudios son consecuencia directa del aumento constatado de las deficiencias en el desarrollo embrionario. La contaminación afecta a todo el mundo en mayor o menor medida, pero son los futuros bebés y los bebés quienes más padecen las consecuencias de los contaminantes recibidos a través de la alimentación.
Sería necesario que cientos de productos dejaran de usarse en pro de la salud humana y especialmente en pro de la salud infantil. Todo tipo de productos es utilizado para favorecer unas buenas cosechas libres de plagas u otras enfermedades, pero la contra es que también se favorece la proliferación de distintos problemas como un mal desarrollo cerebral. Antes o después deberán tomar serias medidas, de eso estamos seguros.
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