IKEA ha diseñado Hermelin, una cuna de sencillas líneas que cumple varias funciones interesantes. Está fabricada en haya maciza lacada, siendo muy fácil de limpiar con un paño húmedo y tiene unas medidas interiores de 120x60 centímetros.
Empezamos por el somier, éste se puede montar a dos alturas, siendo muy cómodo ponerlo en la más alta cuando el bebé es todavía muy pequeño, pues no corre peligro porque no se mueve lo suficiente como para salirse, y porque la espalda de mamá y papá no sufrirá tanto al agacharse. Como se puede ver en la imagen, se puede desmontar un lateral, algo que también resulta muy cómodo para los papás y para que cuando el pequeño haya crecido, pueda meterse y salir de la cama solito.
Además, para proporcionar una ventilación adecuada, la base de la cama está perforada. Como sucede con las compras en IKEA, la cuna requiere montaje, pero suele ser sencillo, lo mejor para muchos bolsillos, es económica, cerca de 90 euros.