Los niños se nutren de la información del entorno para aprender; pero para ello, necesitan una habilidad fundamental: la atención, gracias a la cual atienden la información útil del medio y descartan la que no les sirve.
Y para aprender, también necesitan la memoria; aquella capacidad que les permite retener los datos e ir adquiriendo el conocimiento. Así, tanto atención como memoria son dos habilidades fundamentales para el aprendizaje, que pueden trabajarse a través de ejercicios sencillos de estimulación cognitiva.
La estimulación cognitiva en la infancia
La estimulación cognitiva es un tipo de intervención dirigida a mejorar el funcionamiento cognitivo de la persona, es decir, sus habilidades cognitivas, siendo estas:
- Lenguaje
- Memoria
- Atención
- Funciones ejecutivas (planificación, organización...)
- Razonamiento
Respecto a la estimulación cognitiva dirigida a los niños, su objetivo es que el niño entrene y potencie estas funciones; ello implica, fundamentalmente, mejorar en la capacidad para atender la información del entorno, procesarla y manipularla adecuadamente.
En este artículo nos centramos en la estimulación de dos funciones esenciales para cualquier proceso de aprendizaje: la atención, que posibilita el acceso a la información, y la memoria, que permite retener información y con ello, ir construyendo un aprendizaje significativo.
Concretamente, abordaremos la estimulación cognitiva en niños de tres a seis años, mediante una serie de ejercicios muy fáciles de llevar a cabo.
Cuatro ejercicios de estimulación cognitiva para potenciar la atención
La atención es imprescindible para aprender; gracias a ella, atendemos la información del medio, que es el primer paso para procesarla.
Colorear números según el color
En este ejercicio se trata de colorear una serie de números según el color que pertenezca a cada número, tal y como se muestra en la imagen extraída del portal Edufichas. A mayor número de colores y números, mayor dificultad (tienes otro ejemplo aquí).
Aquí el niño tiene la tarea de relacionar números con colores, por lo que requerirá poner en práctica la atención. Si además incluimos tiempo en el ejercicio (por ejemplo, que deba hacerlo en 10 minutos), la complejidad y exigencia serán mayores y, por lo tanto, el niño estará entrenando más su atención.
Colorear la letra del modelo
En este segundo ejercicio para trabajar la atención, también extraído de Edufichas, el niño deberá colorear con un determinado color (en este caso, verde), una letra en cuestión (en el ejemplo, la letra "a"), de una parrilla de letras.
Lo que se trabaja aquí es la atención selectiva o focalizada, es decir, aquella que permite focalizar la mente en un estímulo en concreto de entre otros muchos (siendo estos distractores). ¿Por qué? Porque el niño selecciona la letra "a" de entre otras muchas.
Unir las formas
En este ejercicio extraído de Edufichas para trabajar la atención en niños de tres a seis años la tarea es la siguiente: unir dos columnas de figuras geométricas; concretamente, cada figura con la forma que le corresponde (unas coloreadas y las otras no).
Su dificultad es baja, por lo que el ejercicio es apto a partir de los tres años de edad. Si quieres aumentar la dificultad del ejercicio (a partir de cinco años, aproximadamente), puedes utilizar algunas variantes del mismo, por ejemplo esta donde se deben relacionar las siluetas con su correspondiente sombra.
Contar los dibujos repetidos
En este último ejercicio que os proponemos para trabajar la atención, la tarea del niño consistirá en contar el número elementos/dibujos de cada tipo, y escribir el número en los recuadros correspondientes, tal y como se muestra en la imagen extraída de Elena Sánchez Tamargo.
Es un ejercicio ideal para trabajar con niños a partir de los tres años, de dificultad moderada. Permite entrenar la atención sostenida (la capacidad para mantener la concentración durante un período estable de tiempo) y la atención selectiva (focalizar la atención en un determinado estímulo, o más de uno).
Además, con él, de forma indirecta trabajamos también los números y la escritura (en edades un poco más avanzadas, a partir de los cinco años).
Tres ejercicios de estimulación cognitiva para potenciar la memoria
La memoria nos permite retener la información una vez atendida, y por ello constituye otra habilidad imprescindible para aprender. Como veremos, existen diferentes tipos de memoria (aunque aquí solo hablaremos de algunos).
Repetir el patrón de colores
Un ejercicio para trabajar la memoria visual, que consiste en tratar de recordar los cuadros coloreados de la parte izquierda de la hoja para posteriormente crear el primer modelo en el cuadro de al lado.
Es decir, se anima al niño a memorizar durante algunos segundos la primera imagen; luego deberá doblar la hoja e intentar colorear, en la parrilla de al lado, los dos cuadros en la misma posición (reproduciendo el patrón de colores inicial). El ejercicio es apto a partir de los cinco o seis años, aproximadamente.
Memorizar las palabras
En este ejercicio de memoria, apto para niños que ya saben leer, es decir, a partir de los seis años, la tarea consiste en leer una pequeña lista de palabras (cada recuadro corresponde a una lista), cerrar los ojos y recitar en voz alta las palabras leídas.
Se utiliza para potenciar la memoria inmediata, que es aquella memoria que nos permite retener la información de lo que ha ocurrido o se ha presentado apenas unos segundos antes.
Este tipo de memoria se relaciona con funciones como la atención y la percepción. Puedes encontrar el ejercicio en la plataforma Ecognitiva. Para niños más pequeños que aún no saben leer, de entre tres y cinco años, se puede utilizar una variante del ejercicio con imágenes (por ejemplo esta de Wikicommons).
Memorizar las figuras
Un ejercicio similar al anterior pero en este caso con imágenes puede ser este de Edufichas, en el que el niño deberá memorizar las figuras, doblar el papel y rodear las que estaban en el primer cuadro (tal y como se muestra en la imagen). En este caso, es apto para niños de entre cuatro y seis años, aproximadamente.
Y tú, ¿de qué manera estimulas la atención y la memoria de tus hijos o alumnos? ¿Crees que puede resultarte útil alguno de los ejercicios propuestos? ¡Te animamos a ponerlos en práctica!
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