Las cifras de niños obesos han aumentado de forma considerable en los últimos 40 años, llegando a 129 millones los niños y adolescentes obesos en todo el mundo. La OMS lleva tiempo alertando de este grave problema y son muchos los países que están empezando a adoptar medidas para frenar esta crisis de malnutrición entre niños y adolescentes.
Holanda es un país muy involucrado en la lucha contra la obesidad infantil, y las medidas que comenzaron a implantar en Amsterdam en el año 2012 ya están dando sus frutos, y han logrado reducir hasta en un 12% las tasas de obesidad infantil en la capital.
Una medida polémica que empieza a dar resultados
En el año 2012, padres, profesores, personal sanitario, entrenadores deportivos y delegados municipales de la ciudad de Ámsterdam aunaron sus fuerzas para trabajar conjuntamente en poner freno a las cifras de niños obesos de la capital.
Una de las primeras medidas que adoptaron consistió en que los niños que iban al Mc Donald's sin la compañía de sus padres sólo podían comprar manzanas. Y aunque inicialmente esta medida no fue aceptada de buen grado entre la población, cinco años después las cifras de niños obesos en Amsterdan se han reducido en un 12% (incluídas las clases más desfavorecidas, donde mayor riesgo hay de obesidad)
Pero además de esta curiosa prohibión de comprar en el Mc Donald's otros alimentos que no sean manzana, las empresas de comida rápida o refrescos azucarados no pueden patrocinar eventos deportivos escolares.
Las bebidas azucaradas también están prohibidas en los colegios (sólo se permite a los alumnos beber agua o leche) así como la bollería industrial o cualquier otro snack con alto contenido en azúcar.
Igualmente, y gracias a una subvención europea, todos los alumnos disponen de una pieza de fruta o verdura tres días a la semana y acuden a talleres de cocina colectiva y saludable donde aprenden, por ejemplo, a cocinar pizzas de brócoli o a emplear los dátiles en las recetas para sustituir el azúcar.
Y como complemento a una alimentación equilibrada, se anima a los padres a través de numerosas campañas a velar por el correcto descanso de sus hijos y a hacer deporte con ellos.
Pero, ¿hace falta prohibir?
Llegados a este punto probablemente haya quien se pregunte si de verdad es necesario llegar a este extremo de prohibir a los niños comprarse una hamburguesa en un Mc Donald's o beber de un zumo en un momento determinado.
No cabe duda de que la educación y el ejemplo son la clave, pero no siempre es fácil encontrar entendimiento entre los colegios y las decisiones de los padres, y en ocasiones también hay familias que están poco coincienciadas con la alimentación saludable de los más pequeños.
Por eso, no veo mal que las autoridades tomen medidas en el asunto prohibiendo, por ejemplo, las las máquinas de venta de snacks en los colegios e institutos, aumentando los impuestos de las bebidas azucaradas o velando por la correcta nutrición de los niños más allá del ámbito familiar.
Y a vosotros, ¿qué os parecen estas medidas adoptadas en Amsterdam?
Vía Redacción Médica>
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