Aunque en general no existen muchas limitaciones acerca de la alimentación de las madres durante el embarazo o la lactancia, hay ciertos alimentos y bebidas que se recomienda evitar en estas dos etapas, como el alcohol.
Si bien los refrescos y zumos no se consideran peligrosos, un estudio recomienda limitarlas, pues se ha encontrado que consumir bebidas azucaradas con frecuencia durante los primeros meses de lactancia podría afectar el desarrollo cognitivo, haciendo que se presenten retrasos o problemas a largo plazo.
El estudio
Publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, esta nueva investigación realizada por el Hospital de Niños de Los Ángeles, se dio a la tarea de analizar las asociaciones de la ingesta materna de fructosa y bebidas azucaradas y zumos durante la lactancia, con los resultados del desarrollo neurológico infantil a los 24 meses de edad.
Se le pidió a las madres participantes del estudio que reportaran cuántas bebidas azucaradas, particularmente refrescos y zumos, consumían al día durante el primer mes de lactancia de sus bebés y posteriormente, hasta los siguientes cinco meses, es decir, durante los primeros seis meses, donde la lactancia materna debe ser exclusiva.
Al pasar 24 meses y a la par de que los niños cumplieran dos años de edad, se les realizaron pruebas estándares de desarrollo infantil para su edad, que registraba el proceso de los niños mediante la realización de tareas específicas.
Estas tareas, que incluyen medir su atención a objetos conocidos y desconocidos o buscar objetos que se hayan caído, se utilizan para medir aspectos importantes de su desarrollo, como su capacidad de reconocimiento y dominio de habilidades motoras, con la finalidad de identificar de forma temprana si los niños presentan algún problema o retraso.
Al concluir el estudio y analizar la información obtenida, se encontró que los hijos de las madres que habían reportado mayores cantidades de consumo de bebidas azucaradas, habían obtenido resultados más pobres en sus pruebas desarrollo cognitivo.
Por lo tanto, los resultados finales del estudio sugieren que se debería limitar el consumo de refrescos y zumos por el alto contenido en azúcares que suelen tener, pues no solamente es bueno para la salud de la madre, sino también para la del bebé.
Aunque esta información no es algo que no se supiera desde antes, pues ya recomendábamos limitar el consumo de refrescos o bebidas carbonatadas cuando hablamos de alimentación sana durante la lactancia, ahora con mayor razón debemos limitar en la medida de los posible su consumo en esta importante etapa.
Foto | iStock
Vía | CTV News
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