Según los resultados de la cuarta ronda de la 'Iniciativa europea de vigilancia de la obesidad infantil' (COSI) llevada a cabo por la OMS, solo cuatro de cada diez niños europeos consume fruta fresca a diario, y únicamente dos de cada diez toma verduras todos los días. Pero los datos empeoran si analizamos exclusivamente los hábitos de consumo de los niños españoles.
Las frutas y verduras son alimentos indispensables en la dieta de adultos y niños, pues constituyen una excelente fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Además, su consumo elevado no solo ayuda a prevenir la obesidad y el sobrepeso, sino que se asocia a una reducción del riesgo del 24% de las enfermedades del corazón, a una reducción del 33% de ictus cerebral, un 28% menos de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, un 13% menos de riesgo de cáncer y un 31% menos de riesgo de muerte prematura.
Pero desgraciadamente, estos datos de la OMS vendrían a confirmar otros estudios anteriores en los que ya se evidenciaba que el consumo de frutas y verduras por parte de los niños es bastante insuficiente.
Los niños españoles desayunan a diario, pero están a la cola del ranking en consumo de frutas y verduras
El estudio, que se ha llevado a cabo en 23 países europeos (incluido España), ha descrito cómo es la dieta de 132.489 niños de entre seis y nueve años, calculando el porcentaje de consumo de desayuno, frutas, verduras, snacks dulces y refrescos.
Para ello se pidió a los padres o cuidadores que completaran un cuestionario preguntándoles por la frecuencia de consumo de estos alimentos: 'todos los días', 'la mayoría de los días' (de cuatro a seis días por semana), 'algunos días' (de uno a tres días por semana), o 'nunca o menos de una vez a la semana'.
Los datos han mostrado que la mayoría de niños (78,5%) desayuna a diario, menos de la mitad (42,5%) consume fruta, menos de una cuarta parte (22,6%) consume verduras frescas y alrededor de uno de cada diez niños consume snacks dulces y refrescos.
Sin embargo, se han encontrado grandes diferencias entre los países participantes en el estudio. Así, por ejemplo, España es junto con Portugal, Dinamarca y Rusia uno de los países donde el desayuno está más arraigado, pues nueve de cada niños lo toma a diario.
Por el contrario, el consumo diario de frutas y verduras en nuestro país deja mucho que desear. No en vano, en el caso de las verduras ocupamos el último puesto del ranking (solo un niño de cada diez las toma a diario), y aunque si hablamos de frutas el porcentaje mejora ligeramente (casi un 29% de niños las consume a diario), no nos acercamos ni de lejos a las recomendaciones de consumo que ofrecen los expertos.
Si hablamos de los datos de consumo de snacks dulces y refrescos, cuatro de cada diez niños españoles admite comer dulces al menos entre una a tres veces por semana, mientras que el porcentaje de consumo de refrescos se sitúa en el segundo más bajo de la tabla por detrás de Irlanda, ya que el 84% de los niños no los toma nunca.
La importancia de mantener una alimentación equilibrada
Si analizamos exclusivamente los datos de nuestro país, vemos las principales fortalezas y debilidades que presentan las dietas de nuestros niños.
Así pues, un punto positivo sería la importancia que damos los padres al desayuno de nuestros hijos, si bien también es importante destacar que el estudio no ha determinado el tipo de alimentos que los niños consumen. En este sentido, son varios los estudios que alertan que más de la mitad de los niños españoles consume alimentos poco saludables y con exceso de azúcar para desayunar.
En lo que respecta al consumo de vegetales llama la atención que un país como el nuestro, especialmente dedicado al cultivo de frutas y verduras y abanderado de la 'dieta Mediterránea', sea tan escaso entre los niños. Sobre este tema reflexionaba hace dos años en una entrevista el chef experto en nutrición infantil, Juan Llorca.
Juan opina que los padres tenemos la creencia de que a nuestros hijos no les gusta la verdura porque no hemos sido educados en la importancia de su consumo diario, por lo que tendemos a priorizar otros alimentos frente a estos. Pero es posible ofrecer a los niños platos atractivos y exquisitos elaborados con verduras, para así garantizar su correcto aporte en la dieta.
También es fundamental el ejemplo que demos los padres, el tipo de menús que se ofrezcan en los comedores escolares y, sobre todo, la relación que nuestros hijos tengan con la comida desde que comienzan con la alimentación complementaria. Por eso, los expertos siempre insisten en la importancia de cuidar el ambiente en el que discurren las comidas familiares, ofrecer todo tipo de alimentos sin forzar y procurar siempre que su alimentación sea lo más sana y equilibrada posible.
Recordemos que una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras y baja en azúcares y grasas saturadas, ayuda a prevenir la obesidad en la infancia y otras enfermedades asociadas. Por desgracia, la obesidad es un problema en auge que se ha multiplicado por 10 en los últimos años y que ya afecta a un 28% de los niños españoles entre tres y ocho años.
En nuestras manos está poner freno a esta crisis de malnutrición de la que lleva tiempo alertado la OMS.
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Vía | Nutrients
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