Agosto es el mes de las vacaciones y para muchos estas son sinónimo de playa. Un entorno ideal para jugar, divertirse, refrescarse... Pero también existen ciertos riesgos y si queremos evitar sustos, estas son cinco precauciones básicas que hemos de tomar en la playa con los niños.
Consejos sencillos que mencionamos en estas fechas para prevenir sustos o que nos quede un mal recuerdo de esos días de vacaciones que deberían transcurrir estupendamente, sin sobresaltos, y dejarnos el mejor de los recuerdos.
Riesgo de deshidratación. Si el niño suda mucho y pierde líquido en exceso, puede deshidratarse. Para evitarlo, ofrécele agua con frecuencia (o pecho durante la lactancia) y lleva frutas para tomar como tentempié, almuerzo, de postre... Evitad el ejercicio físico intenso, ya que también podría conllevar el agotamiento por calor y buscad una sombra para manteneros frescos en arena de la playa.
Riesgo de un golpe de calor. Relacionado con el anterior punto está el golpe de calor, que sucede cuando el cuerpo, debido a un exceso de temperatura, es incapaz de regular el calor corporal. Para prevenirlo, evita las horas de mayor calor en la playa, evita que haga un ejercicio intenso y asegúrate de que tenéis una sombra para permanecer en ella a menudo. La insolación también podría producirse debido a una exposición excesiva al sol sin protección y, para evitarla, sirven los mismos consejos anteriores.
Quemaduras. No podemos ir a la playa sin protección solar, sobre todo para proteger la delicada piel de bebés y niños. Aplícales, una media hora antes de ir a la playa, la crema solar más adecuada para ellos y evita las horas de mayor incidencia del sol. No olvides la sombrilla y un gorrito. Recuerda que, dentro del agua, el sol también incide en la cabeza y el cuerpo y que hay que reponer la crema con frecuencia si la estancia en la playa se alarga.
Ahogamiento. Si el niño se sumerge en el agua involuntariamente, le faltara el oxígeno en pocos segundos. No hemos de perder de vista a los pequeños ni un momento (es la mejor medida de seguridad), aunque esté en la orilla o en una pequeña piscinita con poca agua. Respetad las indicaciones del puesto de socorrismo (baño prohibido con bandera roja).
Cortes y picaduras. Si el niño va a caminar o jugar por la arena seca, mejor que vaya calzado con chanclas. Revisa la zona donde se va a mover el bebé. Podemos colocarlo sobre una esterilla o toalla. Observa la presencia de medusas en la orilla y no os bañéis si hay indicación de que existe riesgo de estos gelatinosos animales marinos (bandera azul con el símbolo de las medusas),
Esperamos que, durante los días veraniegos de vacaciones y ocio, pongamos en práctica estas cinco precauciones básicas en la playa con los niños. Seguro que pasaremos muy buenos momentos y es que pasar un rato en la arena y en el mar supone muchas experiencias sensoriales y refrescantes para los más pequeños.
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