Los padres debemos fomentar la autonomía de nuestros hijos en el hogar desde que son pequeños. Enseñarles a colaborar en las tareas domésticas no solo es una forma de mantener el orden en casa y garantizar un buen clima familiar, sino también de adquirir importantes habilidades que les servirán para toda la vida.
Son muchas las tareas que los niños pueden hacer dependiendo de su edad, pero es importante enseñárselas poco a poco, respetando sus ritmos y sin forzar. Es fundamental que entiendan que colaborar en casa es positivo, natural y necesario, y para ello las tablas de rutina pueden sernos de gran ayuda.
Te explicamos cómo hacer una tabla de rutinas para que los niños colaboren en las tareas del hogar sin protestar, y qué debes tener en cuenta a la hora de ponerla en práctica.
La tabla que se muestra en la imagen está enfocada a niños de entre seis y ocho años, y es tan solo un ejemplo de las dinámicas familiares que pueden llevarse a cabo en un hogar con hijos de esta edad.
En este caso hemos dividido las tareas domésticas en tres franjas horarias: tareas de mañana -que son las que los niños pueden realizar antes de ir al colegio- y tareas de tarde y noche. Lógicamente, estas tareas pueden variar e incluso es posible que algunas se ciñan únicamente a los fines de semana.
Si tenéis más de un hijo con edades muy diferentes, es recomendable hacer una tabla por cada niño, para así poder dividir las tareas domésticas de una forma más eficaz y práctica. Asimismo, en nuestra tabla hemos incluido únicamente las tareas que deben acometer los niños, pero lo ideal sería que en la tabla quedaran reflejadas las tareas de todos los miembros de la familia (o al menos las más significativas), para que los niños vean que todos contribuimos al mantenimiento del hogar.
Recomendamos que en la elaboración de la tabla participen los niños, bien sea dibujando, escribiendo el nombre de las tareas o coloreando los dibujos. También podéis idear un sistema de tachado de tareas una vez se vayan completando.
Recordamos una vez más que lo realmente importante es que la tabla que hagáis esté adaptada al 100% a vuestras necesidades y ritmos como familia, y la pongáis en práctica de una forma positiva y respetuosa (lo vemos a continuación).
Cómo poner en práctica en 10 pasos una tabla de rutinas para que los niños colaboren en casa
Estos son los 10 importantes pasos que debes seguir a la hora de preparar y poner en práctica una tabla de rutinas para que tus hijos colaboren en las tareas domésticas:
1. Explica a tu hijo lo que vais a hacer. Los niños no adquieren autonomía y sentido de la responsabilidad simplemente por poner ante ellos una tabla con dibujos de las tareas que deben hacer en casa. Es necesario que entiendan el por qué y para qué de su colaboración, que encuentren sentido a lo que van a hacer y que les expliquemos con detalle cómo va a ser a partir de ahora el trabajo en el hogar.
2. Pide su opinión. Puesto que el mantenimiento de un hogar es una tarea que debe llevar a cabo la familia en su conjunto, es recomendable que os reunáis todos los miembros de la familia y vayáis anotando en una lista qué tareas deben abordarse y en cuáles nos sentimos cada uno más capacitados.
3. Da opciones. Si a tu peque no se le ocurriera ninguna tarea en la se sienta capacitado, una forma de ayudarle es mediante la rueda de opciones. Ofrece a tu hijo diferentes tareas en las creas que puede participar y déjale que elija la que más le guste. Dar opciones y potenciar la capacidad de decisión de los niños es una de las mejores formas de lograr su cooperación.
4. Respeta la edad y habilidades del niño. Cuando madurativa y cognitivamente el niño se siente capaz de ayudar en casa, su implicación en la tarea será mayor y su autoestima y autoconfianza saldrán reforzadas. Por eso es muy importante que las tareas domésticas estén adaptadas a la edad y habilidades del niño.
5. Enseña. No fuerces. Los niños no nacen sabiendo, y si nunca hemos potenciado su autonomía en el hogar, será necesario comenzar poco a poco a hacerlo. Jamás debemos forzar, castigar u obligar al niño a ayudarnos. Con paciencia, acompañamiento y ejemplo, el niño acabará interiorizando el hábito.
6. Alienta y confía. Cuando el niño sabe que sus padres confían en él y en sus habilidades, se sentirá capaz de afrontar cualquier desafío o reto porque tendrá la suficiente confianza en sí mismo.
7. Corrige de forma positiva. Ten presente que tu hijo cometerá muchos errores en su proceso de aprendizaje, y que sus tareas no quedarán perfectas. Evita la tentación de estirar el edredón de su cama cuando la haya hecho, o de volver a fregar el plato para quitar las manchas que se ha dejado. En su lugar, valora su esfuerzo y corrige de forma positiva desde el acompañamiento, el respeto y el ejemplo.
8. Elogia sus logros. Aunque no se trata de aplaudir cada pequeño logro que consiga tu hijo, es importante que al principio los valoremos y alabemos de forma positiva, pues esto le ayudará a sentirse reconocido y confiado.
9. Remite siempre a la tabla. Hasta que tu hijo vaya adquiriendo el hábito de consultar en la tabla las tareas que debe hacer, es normal que tenga dudas ya te pregunte a cada instante. Cuando esto ocurra, remítele a la tabla con preguntas de curiosidad ("¿dónde crees que puedes consultar la tarea que toca hacer ahora?"). De esta forma evitaremos el efecto 'disco rayado' (repetir cien veces lo mismo, con el consiguiente enfado y frustración que esto implica) y potenciaremos su autonomía de una forma visual y práctica.
10. Observa a tu hijo y cambia dinámicas cuando sea necesario. En ningún caso, la tabla de tareas debería ser algo estático e inamovible, sino todo lo contrario. Es fundamental observar al niño a la hora de desempeñar sus tareas e ir cambiando cada cierto tiempo las obligaciones, siempre desde el respeto a sus ritmos y necesidades. De este modo, tu hijo aprenderá destrezas nuevas cada vez, sintiéndose válido, capaz y entusiasmado con cada nueva tarea.
Por qué ayudar en las tareas domésticas es beneficioso para los niños
Involucrar a los niños en las tareas domésticas y permitirles sentirse útiles colaborando en casa tiene importantes beneficios para su desarrollo y su bienestar emocional:
- Desarrollo de habilidades prácticas que serán valiosas en su vida diaria, como por ejemplo limpiar, ordenar, cocinar, organizar o cuidar de sí mismos.
- Se fomenta su sentido de la responsabilidad, aprenden que son parte integral de la familia y que contribuyen al bienestar de todos.
- Se fomenta su autonomía y toma de decisiones.
- Al contribuir al hogar y completar tareas, los niños experimentan un sentido de logro que fortalece su autoestima y confianza en sí mismos.
- La colaboración en las tareas domésticas refuerza el sentido de pertenencia a la familia; los niños se sienten como miembros importantes que contribuyen al bienestar de todos.
- Los niños que participan en las tareas domésticas desarrollan una mayor empatía hacia sus padres y cuidadores al comprender el esfuerzo que implica mantener un hogar. Esto fomenta una mayor apreciación y respeto por el trabajo de los demás.
- Aprenden habilidades de cooperación y trabajo en equipo.
- La participación en las tareas domésticas prepara a los niños para la vida adulta, donde serán responsables de sus propios hogares y vidas.
En general, entre los 12 y los 18 meses los niños ya pueden iniciarse con tareas sencillas que contribuyan a su desarrollo y autoestima. A medida que vayan creciendo y ganando habilidades, podrán participar en un mayor número de tareas.