Aran, el niño que al año pasado decidía si ir o no al colegio, va contento cada día

Aran, el niño que al año pasado decidía si ir o no al colegio, va contento cada día
17 comentarios
HOY SE HABLA DE

Hace algo más de un año os expliqué, en una entrada, que Aran, mi hijo mediano que para entonces tenía 3 años y llevaba unos meses en P3, iba al colegio solo cuando quería.

Hoy vuelvo a hablar de él, un año después, cuando está haciendo P4, para explicar que ya no hace falta preguntarle cada mañana si quiere ir al colegio o no, porque va contento cada día, tanto, que hasta trata de entrar el primero a la clase cuando suena el (horrible) timbre de llegada.

Por qué acabamos tomando la decisión de preguntarle cada mañana

Está todo explicado en la entrada anterior, pero os hago un resumen rápido. Digamos que, siendo una solución que tiempo atrás no habría tomado ni loco, porque preguntarle a un niño si quiere ir al colegio suena absurdo, pues los niños, por norma general, con tres años no quieren ir, vimos que era la única opción plausible para todos en mi familia.

La adaptación no la llevó demasiado bien. Muchos niños se fueron adaptando con mayor o menor suerte, pero Aran no quería ir nunca. Llantos cada mañana, malestar, agarrarse a nosotros antes de entrar, etc., alguna mañana incluso acabamos por dejarlo con las lágrimas en los ojos, animándole para que entrara y con esa sensación de estar traicionándole y traicionándonos, por no atender su malestar.

"Enseguida se queda tranquilo y pasa la mañana muy bien", nos decía su profesor. Sin embargo, por la tarde, ya en casa, nos liaba unas marimorenas de cuidado. Era su manera de soltar la rabia, el malestar y toda la tensión que se guardaba en las horas de colegio para hacernos saber, con todo ello, que no estaba bien, que cada mañana sufría, que no quería ir al colegio, que allí no estaba a gusto y que nosotros, en vez de hacerle caso y escucharle, le estábamos dejando en contra de su voluntad.

Hablamos con el profesor, por si tenía alguna receta mágica, pero él solo decía que "a ver, es que aquí está muy bien", como si lo único importante fuera eso y no lo mal que estaba luego por las tardes, vomitando los nervios como podía. No llegó la solución que esperábamos y nosotros, como padres, nos sentíamos cada vez peor. Pensamos en sacarlo del colegio, porque total, para ir descontento y pasarlo mal, pues "ya irá otro año".

Ya con esa decisión en mente, en la recámara, optamos finalmente por buscar un punto intermedio: "que vaya si quiere, y que no vaya si no quiere". Y así se lo hicimos saber. Una de tantas mañanas nos dijo que no, con mayúsculas: NO, y ese día, por fin, le dijimos que vale, que si no quería no tenía que ir.

Se sorprendió porque por fin le habíamos escuchado y por fin tuvimos en cuenta sus deseos. Se sorprendió y ese día no fue, pero a partir de ese día, cuando le preguntábamos, iba la mayoría de los días. Vamos, que al final iba un poco menos que cuando iba obligado, pero iba cuando quería.

Así pasó el curso, con días en que quería y días en que prefería quedarse en casa. Su profesor nos dijo que no estaba de acuerdo con la medida que habíamos tomado, ya que estaba perdiendo el hilo de lo que otros niños aprendían y que si iba al colegio de manera tan inconstante era difícil trabajar con él y a veces estaba perdido.

No nos importó. Preferimos que fuera perdido por no ir, pero que cuando fuera estuviera contento y convencido de ir que no que estuviera perdido por ir, estar mal allí, no atender lo suficiente o tener que hacer las cosas sin ganas o forzado, simplemente porque toca.

Y ahora, como digo, la mar de contento

Ha pasado un año, más o menos, ha cambiado de curso y Aran va feliz y contento cada mañana. Tiene un año más, asume que el colegio es el lugar al que van la mayoría de niños, lo ve como una cosa más que tiene que hacer y aunque algún día dice que no le apetece ir, va sin que tengamos que decirle nada especial porque lo hace como cualquiera decimos un lunes que ese día no nos apetece ir al trabajo. No apetece, pero vamos sin que nadie nos diga "ya, pero tienes que ir".

Con esto no quiero decir que a todos los niños haya que dejarles decidir cada mañana, a los tres años, si ir o no ir al colegio. Primero porque es posible que no haya mucha gente que pueda optar cada mañana por quedarse con su hijo en casa y segundo porque, aunque a mí me parece la mejor opción si un niño no quiere ir, a otro padre, madre o niño puede irle mejor otra solución.

Lo que trato de explicar es más o menos lo mismo que dije cuando expliqué que Jon, con 6 años, dejó de dormir con nosotros, que muchas veces, cuando no se fuerzan las cosas, todo coge el cauce normal igualmente.

Si lo hubiéramos forzado, si hubiéramos hecho hincapié cada día en que fuera al colegio porque "hay que ir", sabiendo él que mamá y Guim, el pequeño, se quedaban en casa, es muy posible que ahora también fuera todos los días sin rechistar, y quizás incluso contento, pero quién sabe si aún ahora seguiría reprochándonos, de manera indirecta, que en su día no le escuchamos ni tuvimos en cuenta su opinión.

Sin embargo lo hicimos, no hicimos caso a quien nos recomendaba que no hiciéramos semejante rareza, y ahora Aran va al colegio como todos los niños. Y nosotros estamos tan contentos porque sabemos que, en ese sentido, no tiene nada que echarnos en cara y, lo que es más importante, nosotros no tenemos nada que echarnos en cara.

En Bebés y más | ¿Sois unos padres sobreprotectores? (II), No lo digo yo, lo dicen las “mentes brillantes”: el modelo educativo está acabado, “¡Papá, no quiero ir al cole. Me aburro!”, un libro que anima al cambio educativo

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Lo malo es la gente que te vende terribles catástrofes cuando uno hace esas cosas, en tu caso seguro que alguien dijo "pues si le dejas elegir no querrá ir nunca", igual que si duerme en nuestro cuarto "nunca querrá dormir solo" y si no le destetas "tomará teta hasta la universidad". Meten miedo a los padres que fuerzan las cosas pensando que si no lo hacen ya será toda la vida así, el niño nunca dormirá en su cama, nunca irá al colegio, nunca comerá... Y luego nadie rectifica cuando el niño por fin come, duerme o va al colegio, como si hubiera sido "a pesar de" o "buena suerte".

      Yo en mi caso no tengo esa posibilidad y Alex va la mar de contento a la escuela infantil, pero tampoco veo sentido que si un niño lo pasa mal y hay alternativa viable forzarle a pasarlo mal...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de nymph032001 Respondiendo a nymph032001

      Claro nymph, nos decían que era un error porque si el niño elige siempre elegirá no ir... vamos, que se cree el ladrón que todos son de su condición. Con el mayor nos pasó algo parecido, y nos dijeron lo mismo: "es un error, así nunca querrá venir" y ahí fue cuando les dijimos a los del colegio "pues entonces haced algo para que quiera venir, porque no tiene sentido que le diga que aquí se lo va a pasar bien si luego eso no sucede".

    • Avatar de nymph032001 Respondiendo a nymph032001

      Totalmente de acuerdo con lo de los pronósticos de "terribles catástrofes", jeje, la paciencia que hay que tener.
      Mi niño el año pasado no decía directamente "No quiero ir al colegio", sino que se hacía imposible levantarlo, vestirlo... Creo que él tenía interiorizada la obligación, pero luego no le gustaba nada. No dominaba bien el lenguaje y en el cole lo pasaba mal. También por las tardes "nos lo hacía pagar". Ahora que ya sabe expresarse y comunicarse normalmente para su edad va contento al colegio. El cambio ha sido radical. Con 3 años son algo peques todavía, y si ven al hermanito en casa con mamá, peor les sienta, me parece.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de pitikiti Respondiendo a pitikiti

      Lo mejor es cuando ya has conseguido vestirlo, llorando y arqueándose, y en un minuto te lo encuentras desnudo otra vez... no quiero ni recordarlo.

    • Bien pensado, esperar al último momento, parece que con menos sueño pueden pensar diferente ;-)

    • La verdad es que estaba esperando este post, aunque suponía que si no había noticias este curso era porque era ya "normal"... Pero agradezco que lo compartas con nosotros por las reflexiones que conlleva. Y es que en mi corta experiencia como madre me voy dando cuenta que siempre es mejor no forzar nada, y esto incluye el dormir, el comer, y tantas cosas del día a día. A veces echando la vista atrás me arrepiento de haber intentado alguna vez llevarle por donde yo quería sí o sí. Por ejemplo, hasta el año y medio se dormía en mis brazos. Hasta que un día, ya casi con veinte meses, decidió que quería dormirse en la cama, con teti pero en la cama. Y a mí me costó un par de días renunciar a la comodidad de dormirle en brazos sentadita en lugar de tumbada y con la luz apagada… Hoy mismo mi madre que es quien se encarga de llevarle al colegio me ha dicho “es que este niño necesita tiempo”, es decir, si le dices vamos a vestir ahora te dice que no, pero si le das unos minutos enseguida él solito viene y se empieza a poner el abrigo, o te pide que le acompañes a la cama para su siesta…

      Esto es el día a día, y creo que a muchos padres nos cuesta darnos cuenta de que estas pequeñas cosas, incluido el decidir si va o no va al colegio (tan pequeños), es parte del respetar a los niños y sus ritmos.

      Y luego como bien dices todos tan contentos, sin arrepentimientos por haberles forzado cuando no estaban preparados, y como me decía una vez un abuelo: “yo no quiero que mis nietos (hijo) se acuerde de mí algún día como un abuelo gruñón”.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      Pues me alegro de haber satisfecho tu espera ;)
      Es eso... estamos tan acostumbrados a gruñir y mandar, probablemente porque de pequeños fuimos gruñidos y mandados, que nos parece que todo lo que sea darle autonomía a un niño es hacerlo mal, poner en peligro su existencia o su coherencia... sin embargo, un niño de 3 años no entiende el colegio del mismo modo que nosotros... no piensa que es algo positivo (no lo ve por ninguna parte, vamos), no cree que realmente vaya a aprender, ni de hecho tiene ningún interés por aprender nada que no sea lo que a él le interese en el día a día y no entiende el concepto de colegio=trabajo infantil, en el sentido de que te vas a formar para ser una persona de bien. Ellos sólo quieren estar tranquilos, jugando con sus cosas y sabiéndose aún queridos y amados por sus padres. Ver que tu padre o madre te obligan a ir a un sitio donde no te gusta estar debe ser bastante duro para un niño porque "¿por qué demonios mis padres insisten en que yo esté, si yo quiero estar con ellos?"

    • Yo también te agradezco este post. Nuestros medianos tienen la misma edad y al mío también le costó adaptarse un montón. Sólo le llevábamos por la,mañana y muchos días le dejamos en casa porque no quería ir. La,profesora nunca me puso ninguna pega. Este año tiene nueva profesora y tampoco va por las tardes y algunos días sueltos. Tampoco dice nada, le parece bien. Dice que esta sociedad está así y que muchas veces no hay más remedio. Cuando falta no pasa nada. Yo le escribo un papel diciendo que no fue porque no le apetecía o porque nos íbamos de compras o porque mamá tenía fiesta y quería pasar el día con él... No tengo que mentir. La verdad es que he tenido mucha suerte. En septiembre empieza el pequeño y miedo me da. De hecho renunciamos a la plaza y en su día me dijeron "tú sabrás porque eres su madre pero el curso que viene igual no tienes plaza..." Siempre,metiendo miedo... En fin... Este viernes pasado no llevé a ninguno y pensé, como Aran... Me,sentí un poco menos,sola,que de costumbre. Gracias.

      Un saludo

    • Yo mandé ami niña e 2 años al cole porque nacía el siguiente y pensaba que no podría estar con los dos en casa bien. Le costó adaptarse, le costaba ir todos los días, si caía enferma otra vez le costaba reincorporarse, total, que en marzo le dije a la profesora que estaba pensando no llevarle más y ella me dijo que si podía a ella también le parecía lo mejor. Luego el aula de 3 años también necesitó apoyo en la adaptación pero una vez conseguida genial y hasta hoy, pero los 2 años fatal.

    • Nosotros intentamos hacer lo mismo con nuestro hijo de tres años pero la maestra nos dijo que eso no estaba permitido, que había que justificar cada falta y que ella prefería que quitásemos al niño para que no bajase el nivel de su clase.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de esceptica Respondiendo a esceptica

      Pues dice muy poco bueno de ella, la verdad. ¿Permitido? Bueno, lo lógico es que si apuntas al niño al colegio lo lleves, pero si el niño va de pena que hay, ¿que obligarlo porque alguien dice que eso no está permitido? Yo no justifiqué ninguna falta. No sé si el profesor puso enfermo o a los padres no les da la gana de traerlo, pero nadie nunca me dijo nada. Y si hubiera venido le habría dicho la verdad: "mi hijo no quiere ir al colegio, llevamos meses y es imposible que entre contento, y como no vemos soluciones ni intención de ayudar por parte del colegio, hemos optado por dejarle al niño venir cuando quiera."

      ¿Nivel? Qué nivel??? Yo no hice p3 porque cuando era pequeño empezábamos en p4. ¿Debo hacerlo constar en mi currículum en el apartado de hándicaps?

    • Cerrar respuestas
    • Había que entregar las justificaciones por duplicado aunque solo faltase un día, según ella para evitar la picaresca de no llevarlo sin motivo. Nos quedamos de piedra.

      Al final optamos por sacarlo del cole y probar en otro el año que viene.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de esceptica Respondiendo a esceptica

      Pfff... a mí es que cuando un espacio que debería considerarse familiar, amigable y de comunicación con los padres se convierte en una miniprisión, me entra el repelús, de verdad.

    • Avatar de esceptica Respondiendo a esceptica

      Telita la maestra. ¿Qué es eso de que el niño iba a bajar el nivel de su clase? Por favor, que con 3 años con que no se meen encima ya tenemos bastante, que no es un postgrado. ¿Y si en su clase hay un niño con necesidades educativas especiales que necesita especial dedicación por su parte? ¿Les dirá a los padres que el niño baja el nivel de SU clase? Lo que hay que oír.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de pitikiti Respondiendo a pitikiti
      interesante

      Mi marido es matemático y profesor de instituto. Cada vez que alguien nos habla de los contenidos de infantil o de lo bien que preparan a los niños en tal colegio se echa a reír.

      A ver que pasa el año que viene.

    • Nuestro peque va encantado a su cole, es una escuelita vivencial donde se lo pasa pipa. Aún así hay días que nos dice que no quiere ir (va a hacer 5 años en mayo). Le decimos que primero desayune y lo decida después. Normalmente después sieeeeempre quiere que le llevemos. Sólo algún día ha habido por ahí que ha decidido quedarse y le hemos dicho que "vale".
      Lo del desayuno para nosotrxs ha sido la "técnica" clara para que diferencie lo que quiere de verdad. Vamos, que en ayunas no lo tiene siempre claro ;)

    • Os doy la enhorabuena chicos por ser tan valientes!!!Sois seguro unos grandes papis...se que es complicado llevar la contraria "al sistema"

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información