El curso pasado fue totalmente atípico a causa de la pandemia de Covid-19, pero este sigue sin ser normal por la misma razón, al menos para los adolescentes de las ciudades. La mayoría tiene que alternar enseñanza presencial y online, y es con esta última con la que están en desventaja respecto a los alumnos de instituto de poblaciones más pequeñas.
Así lo revela la encuesta 'Volvemos a Clase' de la Fundación SM, en la que han participado 1.000 centros escolares, 162.000 alumnos a partir de 10 años y 19.000 profesores, que ofrece a los centros información sobre el impacto del confinamiento en alumnos, docentes y familias. Realizada por el Instituto de Evaluación IDEA concluye que, según los docentes y los alumnos, con la educación online se aprende menos.
Discrepancias entre alumnos y docentes en la evaluación
Este macro estudio recoge la situación de todas las regiones de España y de todo tipo de colegios e institutos. Las encuestas se cumplimentaron entre el 14 de septiembre y el 18 de noviembre y analizan desde la situación socioemocional hasta la actitud en la vuelta a clase.
Así, uno de los aspectos que se ha analizado es la evaluación, cuyos resultados muestran opiniones muy dispares entre el punto de vista de los maestros y los alumnos.
Álvaro Marchesi, coordinador del informe de la editorial SM y catedrático emérito de Psicología de la Universidad Complutense, cree que esta disparidad tiene que ver con que “los estudiantes se han sentido más cómodos con la flexibilidad, pero los docentes no han podido medir el nivel real con el que llegaba el alumnado”.
De media, los estudiantes de todas las etapas educativas opinan que el confinamiento influirá negativamente en sus estudios: un 48% en los cursos superiores, frente a un 30% de Primaria.
Eso sí, alumnos y docentes se ponen de acuerdo en cuanto a la educación presencial: el 95% del profesorado y el 75% de los estudiantes la prefiere frente a la online y semipresencial que está vigente en los de cursos superiores de Secundaria, FP y Bachillerato, de varias comunidades autónomas. De entre los niños y adolescentes, el 54% cree que se aprende mas en el colegio que en casa.
También los alumnos están más motivados con la vuelta a las aulas, sobre todo a partir de Secundaria. Sorprende que en Primaria un 25% de los alumnos escogería la educación desde casa. Pero para el coordinador del informe este dato tiene una explicación emocional que nada tiene que ver con la calidad de la enseñanza:
“Hay un número importante de niños que señala que el confinamiento ha mejorado la relación con sus padres (el 40%). Para algunos niños de Primaria, el entorno familiar es el que más seguridad les da, y la educación online beneficia a los niños que van a otro ritmo, porque es más flexible”.
La situación es peor para los alumnos desde Secundaria y de las grandes ciudades
Los alumnos de etapas superiores son los que peor lo han pasado emocional y académicamente. En estos cursos la dificultad de los estudios es mayor y son varios docentes los responsables de la enseñanza, mientras que en Primaria el trato es más personal.
El informe también revela que el 31% del alumnado reconoce haber tenido dificultades para seguir las clases online y un 48% de los de Bachillerato y FP consideran que estos meses de enseñanza digital influirán negativamente en sus aprendizajes futuros.
Pero hay otra conclusión relevante de la encuesta y es que en los municipios más pequeños los niños se han sentido más acompañados emocionalmente, tal y como explica el director del informe:
La situación también es peor en el nivel emocional para los adolescentes, según el catedrático de Psicología de la Universidad Complutense:
“Se han sentido más tristes porque no han tenido a sus amigos y en la adolescencia es un factor determinante. Esta encuesta demuestra que los alumnos mayores han estado mucho peor y son los que peor lo han vivido, mientras que los de Primaria lo han llevado mejor”.
El estrés de los profesores
Las cifras son contundentes: el 77% se describe agobiado por la situación laboral, y el 55% tuvo muchas dificultades para la conciliación familiar.
Además, el 54% de los profesores que participaron en la entrevista aseguran haber superado en mucho el horario de su jornada laboral: el 38% dedicó a la docencia entre cuatro y siete horas diarias, aunque la mayoría coincide en la ilusión por volver a las aulas: el 96%.
Aún así, no todo es positivo en la reapertura de los centros: los docentes aseguran estar ilusionados por estar con los niños, pero más desmotivados que de costumbre porque pesa mucho la carga de docencia y la burocrática y administrativa, que se ha multiplicado.
El profesorado destaca como prioridades para este curso el bienestar emocional de los alumnos y capacitar a los alumnos para que sean más autónomos en el aprendizaje, lo que implica usar más y mejor la tecnología.
Vía | Informe 'Volvemos a clase'
Fotos | iStock
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