En nuestro Especial Vuelta al cole hemos hablado de los consejos para la adaptación a la guardería y las claves para sobrellevar esa vuelta sin estrés. Hoy queremos centrarnos en el cole "de mayores", cuando empiezan la Educación Infantil a los tres años.
Podría pensarse que con tres años los niños ya son mayores y están preparados para el salto a las aulas, pero no es así. Especialmente si el niño no ha ido antes a la guardería o escuela infantil preescolar: para ellos todo será nuevo en el colegio.
Hay unos consejos comunes tanto para los niños que ya han estado escolarizados como para los que no, ya que el cambio de etapa y de centro, las novedades, les afectan a ambos. Es importante estos primeros días acompañarlos con tiempo a la entrada, recogerlos a la salida, hablar del tema, favorecer un buen descanso...
No obstante, vamos a centrarnos en el caso de la primera vez que conocen una escuela, la entrada al cole "de mayores". A la edad aproximada de tres años ya podemos establecer mejor una conversación con ellos y en ese sentido tenemos una buena "ayuda" inexistente cuando el bebé aún no habla.
La primera vez que el niño está escolarizado
Aunque ya tengan tres años, los niños se enfrentan a un cambio importante: de estar con su familia o con su cuidador pasa a un colegio, un maestro, nuevos compañeros... Ellos solo conocen el ámbito familiar y van a introducirse en un espacio desconocido que no les resulta seguro.
Y aunque la metodología del cole este primer año no dista mucho de lo que más les divierte (juegos, canciones, pinturas...), sí hay cierta estructura y horarios a los que se tienen que adaptar. Por ello, especialmente tras las vacaciones "caóticas", hay que intentar seguir rutinas de horarios y sobre todo que los peques descansen bien por la noche, ya que en el cole no podrán dormirse.
Los padres estaremos más o menos contentos con la vuelta al cole, pero en mi opinión no favorece la entrada de los peques que nos vean tristes (y os lo digo yo que me he tenido que tragar las lágrimas con mis dos hijas a la entrada del cole). Ya tienen suficiente con estar tristes ellos, o asustados viendo cómo otros niños lloran, como para que además vean llorar a los papás.
Por ello es mejor hablar con ellos antes, con tres añitos entenderán lo que nos pasa: si estamos contentos porque van a encontrar nuevos amigos y aprender muchas cosas, aunque también nos sintamos un poco tristes porque los echaremos de menos... En fin, cada uno su estado de ánimo referido a la entrada al colegio, pero intentando transmitirles una actitud positiva.
Además, no solo es bueno que hablemos nosotros. También tenemos que pedirles que nos expresen sus sentimientos frente a la entrada al cole, qué esperan encontrar, cómo se lo imaginan, cómo lo han visto los primeros días, qué hacen en el cole... Hablar del tema les acercará más a ese lugar hasta ahora desconocido.
Recurrir al juego simbólico antes y después de la entrada al cole, o leer cuentos sobre el tema que muestren lo que es el día a día en las aulas les ayudarán a verlo como algo divertido y a entender lo que se van a encontrar.
Ponerle para el almuerzo su bocadillo y fruta favoritos hará que se alegre especialmente y pase la mañana mejor. Intentar que se acueste tranquilo y relajado para un buen descanso le hará despertarse con energías para el nuevo día. Podemos intentar ir a las actividades escolares en las que se puedan sumar los padres (contar cuentos, hacer manualidades...), a ellos les encantará.
Es cuestión de tiempo que se adapte a la nueva situación, y hemos de hacer todo lo posible por ayudarle con los consejos anteriores.
Adaptarse al cole de mayores
Probablemente en pocos días el niño se habrá ajustado a los nuevos horarios y hábitos en el colegio. Ya conoce al maestro o maestra y a sus nuevos compañeros, que pasan a ser sus amigos. Quedar con ellos a la salida del cole, coincidir en la merienda, en el parque, en los cumpleaños... serán nuevos alicientes para los pequeños.
Incluso es probable que los niños no tengan problema con la entrada al colegio, lo estén deseando y se adapten sin problemas. Muchas veces somos nosotros quienes lo pasamos peor al ver que se acaba una etapa "de pequeños"...
No obstante, si vemos que pasan las semanas y el niño sigue sin querer entrar en el cole, o llora cuando habla de él, o no quiere hablar de las clases y notáis que está enfadado, irritable o duerme mal, conviene tomar cita con el maestro o maestra para hablar sobre lo que observan en el aula.
De todas formas, incluso aunque no notemos un comportamiento extraño en el niño, es recomendable hacer esa primera visita al colegio para que nos indiquen cómo se ha adaptado y si podemos hacer algo más desde casa por ayudarle.
En definitiva, empezar el cole de mayores es un gran cambio para ellos pero lo más probable es que sea un cambio a mejor en el que no solo aprenderán muchísimo sino que vivirán experiencias inolvidables y que le marcarán para siempre. Vosotros, papás y mamás, ¿estáis preparados?
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