Ya pueden verse anuncios de "la vuelta al cole"

Ya pueden verse anuncios de "la vuelta al cole"
3 comentarios

Hace escasos días volví de mis vacaciones, regresando a la ciudad en la que vivo, y además de darme cuenta de lo bien que se circula en coche estos días pude observar en uno de esos grandes anuncios comerciales que ves mientras conduces que ya “la vuelta al cole” está a la vuelta de la esquina.

“Por Dios – pensé – pero si aún estamos a mediados de agosto…”. En el anuncio se podía ver a niños sonrientes con mochila anunciando no sé qué descuentos y no sé cuántos corticoles, palabra que, junto a la frase “la vuelta al cole”, siempre me ha dado un repelús especial (nunca he sabido qué eran los corticoles hasta hace bien poco, supongo que porque nunca he querido escuchar en vacaciones palabras que lleven “cole”, como colesterol o colección, por ejemplo).

El caso es que, a pesar de que yo ya no vuelvo al colegio, sino que vuelvo al trabajo y a pesar de que regresar no me supone demasiado trauma, ver el mencionado cartel me trajo recuerdos poco agradables de cuando, aún en vacaciones y aún en agosto, podían verse niños con mochilas en televisión anunciando la dichosa vuelta al cole.

No sé qué sensaciones teníais vosotros en aquellos momentos, pero a mí particularmente las vacaciones de verano me sabían a poco pese a constar de tres meses, ya que significaban buen tiempo, juegos, diversión y libertad.

Volver al colegio, en cambio, era volver a las normas, a la rigidez, a tener que pasar varias horas sentado escuchando pocas cosas interesantes y muchas otras infumables, a llevar varias hojas de deberes a casa y a marcarme, como buenas intenciones para el curso, ir estudiando día a día para no dejarlo todo para el último, propósito que me duraba un par de semanas.

El caso es que observo, dos décadas después, que los anuncios de merchandising escolar siguen adelantándose (como es lógico si tenemos en cuenta que sólo quedan dos semanas para que empiece el colegio) y que sigue provocándome el mismo desasosiego que antaño, cuando me salía urticaria viendo anuncios de cuadernos y mochilas mientras me comía un helado en bañador.

Foto | dave_mcmt en Flickr
En Bebés y más | Cuando la vuelta al cole es un trauma, El síndrome postvacacional, también en los niños

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Comentarios cerrados
    • Pues, la verdad es que a mi lo que me da rabia de estos anuncios es que el tiempo pase tan rápido... parece que fue ayer cuando empezamos las vacaciones toda la familia... Pero la vuelta al cole me sugiere sensaciones bien diferentes a las que expresas. La cartera nueva, el olor de las libretas y los lápices, el "aeronfix" para forrar los libros, se acaba el verano y empieza un nuevo curso... nunca me dio urtiaria empezar el curso, he sido muy feliz en el colegio y también mis años de universidad. Empezar el cole no significaba dejar de jugar, bueno, significaba dejar de jugar "tanto". La rigidez se limitaba a la lógica organización semanal: levantarse a las 8:30, deasyunar, preparar la cartera, entrar en el cole, clases, comer en casa, volver al cole, salir del cole, merendar, jugar en la calle si el tiempo lo permitía, hacer deberes (profe particular de mates y física y química en BUP, yo era de letras!!!), baño, cena, leer en la cama y a dormir. Una rutina que recuerdo relajada y abierta a cualquier alteración. Sobre la marcha.

      Sara empezará este año el segundo curso de infantil. Su noción del tiempo es muy divertida. Se limita a mañana y "mañana después de mañana". Estos meses de vacaciones es la pequeña y salvaje Mowgli, piscina o playa hasta las nueve, jugar, jugar y jugar... Pero el otro día me dijo que también tenía ganas de ir al cole, porque hacía "más de un día" que no veía a sus amigos María y Rodrígo. Iremos a buscar los libros la semana que viene y estoy segura de que le entusiasmarán todas esas nuevas cosas que supone un nuevo curso.

    • Pues a mi volver al cole me encantaba, por ver de nuevo a mis amigas. A mi hijo mayor tambien le encanta, ya quiere comprar la mochila nueva y todo lo demas. Lo que se hace pesado es el madrugar de nuevo, y sobre todo, que dejamos de ir a la playa y demas porque el tiempo empieza a cambiar. Pero me encanta el cambio de estaciones. Un verano perpetuo me haria volverme loca.

    • en mi niñez la vuelta al cole era desanimante, con lo bien que estaba de vacaciones, supongo que me influia que en casa estaba muy bien y con muchos hermanos y vecinos para entretenerme.

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