Un programa desarrollado en la India muestra que los grupos de apoyo a la mujer pueden reducir a la mitad las muertes en el periodo neonatal en las comunidades que más las sufren, las más desfavorecidas. El acceso a la información y al apoyo salva vidas.
El simple hecho de reunirse para hablar de los problemas del embarazo y del cuidado del recién nacido, para recibir información y aprender recursos constituye una buena estrategia para atajar la mortalidad neonatal en las comunidades más desfavorecidas.
Los informes de organizaciones como Unicef señalan que cerca del 80% de las muertes maternas en el mundo, la mayoría en países pobres, se habrían podido evitar si las mujeres hubiesen tenido acceso a servicios de maternidad y atención básica de la salud. Éste podría ser un primer paso, el acceso al apoyo y la información.
El proyecto ha sido puesto en marcha por el University College London (Reino Unido) en algunas comunidades de las provincias indias más pobres, y sus resultados aparecen en la revista 'The Lancet'.
En este país asiático las tasas de mortalidad materna (20%), de menores de 5 años (21%) y neonatal (25%) son tremendas, pensemos que de cada 100 bebés recién nacidos mueren 25. Por eso hay una gran necesidad de encontrar estrategias rentables para reducir estas tasas.
Una de las que se perfilan como útiles es la de los grupos de apoyo, puesta a prueba en 2004 en una comunidad nepalí con un impacto significativo sobre la mortalidad neonatal.
Los grupos de apoyo, como es lógico, son mucho más efectivos cuantos más asistentes tiene, y en el caso de algunas comunidades no sólo fueron las mujeres embarazadas sino también adolescentes, ancianas y algunos varones. Que su efecto alcance a gran parte de los miembros de la comunidad es fundamental.
Tras dos años de experiencia, la mortalidad neonatal se redujo un 45% entre las mujeres de los grupos de apoyo en comparación con aquellas que no formaban parte de ellos. Además, los casos de depresión postparto moderada cayeron un 57% en las participantes y la mortalidad materna un 30%.
Esta reducción de la mortalidad se debe en buena parte a la mejora en la higiene y los cuidados, como en la cura del cordón o en la asistencia a los partos.
Son datos esperanzadores sin duda, aunque requieren de la presencia activa de la población. La implantación de este programa en una comunidad de Bangladesh, realizada por este mismo equipo, no logró los mismos resultados. Entre las posibles causas, los investigadores apuntan hacia una menor cobertura y reclutamiento de mujeres.
En cualquier caso, creo que hay que tomar lo positivo de las experiencias en La India y plantearse que los grupos de apoyo en las comunidades desfavorecidas salvan vidas de embarazadas, recién nacidos y niños.
Sin olvidar que aquí también se necesitan recursos médicos efectivos e infraestructuras para proporcionar condiciones salubres donde las madres den a luz y críen a sus bebés.
Vía | El Mundo Foto | mckaysavage (Flickr) En Bebés y más | Estado Mundial de Madres 2009: la atención a los menores de cinco años, Estado Mundial de la Infancia 2009: mortalidad de madres e hijos, Estado Mundial de las Madres 2008: España desciende al puesto 12