Fomentar el amor por los libros desde que son pequeños es muy importante para el desarrollo de los niños, tanto desde el punto de vista intelectual como emocional. Una forma de conseguirlo es a través de la decoración, por eso hoy queremos daron ideas para crear un rincón de lectura en la habitación infantil.
Y es que tener en casa un sitio acogedor para leer, donde todo esté dispuesto a su alcance, contribuirá a que el niño aprenda a disfrutar de la lectura de una forma especial.
Libros siempre su alcance
Lo más importante a la hora de crear nuestro rincón de lectura es que los libros estén al alcande de los niños, y a ser posible que estén colocados de manera que puedan verse sus portadas. La forma más habitual de hacerlo de este modo es colocando estanterías de pared donde los libros queden expuestos, pero no siempre se puede hacer así pues ocupan mucho espacio.
Por eso, hay quien prefiere disponerlos de canto en estanterías bajitas, para que los niños tengan fácil acceso. Otros optan por cajones de madera o cestas ubicadas en el suelo, o incluso una combinación de todas estas propuestas.
Os dejamos algunos ejemplos que hemos visto en Instagram que nos han encantado:
Sitio confortable para leer
Una vez dispuestos los libros en estanterías o cajones, tenemos que diseñar un espacio confortable que invite a la lectura. Para ello podemos optar por sillones o butacas a la medida del niño, y preferiblemente con respaldo y apoyabrazos. Otra idea es colocar colchonetas, alfombras, cojines, mantas o puff. También se está poniendo de moda la idea de los tipis o tiendas de campaña.
Elijamos la opción que elijamos debemos pensar siempre en la comodidad del niño, pero también es recomendable tener en cuenta la practicidad; de manera que el sillón, cojines, colchonetas o alfombras puedan lavarse fácilmente cuando se necesite.
Estas son las propuestas que más nos han gustado. Como veis, ¡hay opciones para todos!:
Fuente de luz
Y ya por último, pero no menos importante, es ubicar nuestro rincón de lectura cerca de una fuente de luz, a ser posible natural. En este sentido, el sitio ideal sería debajo de una ventana.
Si no fuera posible o hubiese poca luz natural, necesitaremos un punto de luz cuya intensidad no sea muy potente pero tampoco ténue. Puede ser una lámpara de pie firme, un aplique de pared o una lámpara de mesa, siempre tomando las medidas de seguridad adecuadas con respecto a cables y enchufes.
Si se trata de niños mayores, una opción decorativa muy bonitas son las guirnaldas de luces, que podemos situar a lo largo de la estantería y aportarán a la estancia un toque luminoso íntimo y especial.
Estos son algunos de los ejemplos que hemos visto en Instagram y que más nos han gustado:
Foto de portada iStock