Tener más de un hijo es una linda oportunidad para ver cómo surge una relación de amistad desde la infancia, que te regalará bellos momentos. Pero también, cuando las cosas no salen de la mejor manera podemos encontrarnos con algunas diferencias entre ellos, que se desencadenen en discusiones o malos ratos.
Por eso, como papás nos corresponde ayudar a nuestros hijos, para que puedan tener una buena relación entre hermanos, fomentando ciertos valores que les ayudarán a lograrlo.
¿Cuándo comenzar?
Fomentar una buena relación entre hermanos es algo que tiene inicio desde antes de que nazca el nuevo miembro de la familia, pues desde que éste nuevo hermanito se encuentra en la barriga de mamá, hemos de preparar al futuro hermano mayor para su llegada.
Debemos hacer al hermano mayor parte de todo el proceso de bienvenida del nuevo integrante, no solo hablándole de su futuro hermanito, sino invitándolo a apoyarnos con algunas actividades que estén relacionadas con la llegada del nuevo bebé.
Esto será particularmente útil e importante porque en algunos casos, cuando nace un bebé, los hermanos mayores pueden sentir celos o que sus padres quizás no le ponen tanta atención como antes. En mi caso particular, mi madre me cuenta que cuando nació mi hermana yo sentía muchos celos e incluso llegué a decirles que no les quería.
Una forma de evitar esto, además de prepararlo antes de que llegue su hermanito, es buscar esas pequeñas acciones con las que podrá ayudarnos y sentirse incluido una vez que el nuevo bebé esté en casa. Por ejemplo, pidiéndoles que nos ayuden a traer un pañal o que nos den su opinión acerca de la ropita que le pondremos al bebé durante el día, todo esto claro, asegurándonos que se sienta cómodo al ayudar.
Compartiendo la infancia
Si los hermanos no se llevan muchos años de diferencia, cuando crezca un poco el hermano menor podrán comenzar a jugar juntos, para lo cual vendrán otros momentos y oportunidades en los que les ayudemos a fomentar una buena relación, y así comenzar con una bella amistas desde la infancia.
Enseñándoles a compartir y a ayudarse mutuamente, podrán comenzar a relacionarse de una forma sana y amistosa, además de que les ayudará a ser más empáticos, algo que sin duda les será muy útil cuando llegue el momento de hacer nuevos amigos en la escuela, por ejemplo.
Darles un trato similar, pero recordando que son diferentes
Es importante que como padres tengamos un trato justo y equitativo con ellos para que no haya lugar a envidias o resentimientos, dirigiéndonos hacia ellos con el mismo cariño y la misma dedicación, sin preferencias y dándoles siempre oportunidad de dialogar sin saltar en conclusiones precipitadas.
Sin embargo, aunque es importante que no haya favoritismos y les debemos dar las mismas oportunidades, debemos adaptar éstas de acuerdo a cada una de ellos, pues ningún niño es igual a otro, y cada quien tiene su personalidad, gustos, necesidades y carácter diferentes.
De igual manera, cuando haya alguna discusión entre ellos, nosotros deberemos actuar como mediadores y guías, para ayudarles y enseñarles a compartir, convivir y llevar una buena relación en general.
La relación entre hermanos puede ser una muy buena, en la que predominen el amor y la amistad hacia cada uno de ellos. Recordemos siempre, que nosotros seremos los encargados de ayudarles a fomentar ese poderoso vínculo desde sus primeros años de vida.
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