La leche materna contiene todo lo que el bebé puede necesitar para su crecimiento y desarrollo, y presenta ciertas variaciones en su composición durante los últimos meses de embarazo, y los primeros días que siguen al parto. Por ello podemos hacer una clasificación entre varios tipos de leche materna.
Ello es porque el cuerpo de la mujer se va preparando poco a poco para la producción que se ajusta a las necesidades del bebé en todo momento.
Aunque sabemos que la composición de la leche no sólo varía en las distintas etapas de la lactancia, sino también a diferentes horas del día, del comienzo al final de una misma toma, entre mujeres, entre los pechos de una misma mujer e incluso entre cada lóbulo mamario.
Pero, en general, podemos hablar de cuatro tipos de leche materna: la leche de pretérmino, el calostro, la leche de transición y la leche madura.
La leche de pretérmino
La leche de pretérmino se produce en las mujeres que han tenido un parto prematuro. Las madres que han dado a luz antes de tiempo producen este tipo de leche durante un tiempo prolongado. La leche de pretérmino contiene mayor cantidad de proteína y menor cantidad de lactosa que la leche madura, siendo esta combinación más apropiada, ya que el niño inmaduro tiene requerimientos más elevados de proteínas. La lactoferrina y la IgA también son más abundantes en ella.
Es fundamental que los bebés prematuros sean alimentados con leche materna, ya que ésta puede prevenir muchas complicaciones y protege al bebé de infecciones, ayudando al desarrollo de su sistema inmaduro.
Sin embargo, según señala Unicef, hay que tener en cuenta que en un recién nacido de muy bajo peso (menos de 1500 gramos) la leche de pretérmino no alcanza a cubrir los requerimientos de calcio y fósforo y ocasionalmente de proteínas, por lo que debería ser suplementada con estos elementos. A la lactancia materna se añadirían los denominados “fortificadores de leche materna”, que mejoran los índices de crecimiento conservando los beneficios inmunológicos, metabólicos y vinculares.
El calostro
El calostro es un liquido amarillento rico en proteína, vitaminas liposolubles (A,D,K,E) y minerales, precursor de la leche materna. El calostro es secretado por la glándula mamaria durante los últimos meses del embarazo y los cuatros días que siguen al parto.
El calostro le proporciona al bebé todo lo que necesita, actuando como un laxante suave, preparando el aparato digestivo del bebé para recibir la leche materna o proporcionándole al bebé anticuerpos de la madre que lo protegen contra algunas enfermedades.
La leche de transición
La leche de transición: es la leche que se producen entre el quinto y décimo día después del parto aproximadamente, tiene un mayor contenido de grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles que el calostro y, por lo tanto, suministra más calorías al recién nacido, adecuándose a las necesidades de éste conforme transcurren los días.
Alrededor del cuarto y el sexto día, tiene lugar un aumento brusco de la secreción de leche, la subida de la leche. Esta leche de composición intermedia va variando hasta alcanzar la composición de la leche madura.
La leche materna madura
La leche madura es secretada por las glándulas mamarias del décimo día tras le parto en adelante. Es la leche materna propiamente dicha. Ella sola le aporta al niño todas las sustancias nutritivas y las calorías que éste requiere para su normal desarrollo y crecimiento durante los primeros seis meses de vida, y se recomienda hasta los dos años de edad o más junto a la alimentación complementaria.
Los principales componentes de la leche son: agua (un 88%), proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas. También contiene elementos traza u oligoelementos, hormonas y enzimas.
Las proteínas de la leche materna son un 30% de caseína y 70% de proteínas del suero (alfa-lactoalbúmina ,de alto valor biológico para el niño, seroalbúmina, beta-lactoglobulinas, inmunoglobulinas, glicoproteínas, lactoferrina, lisozima, enzimas, moduladores del crecimiento, hormonas y prostaglandinas).
La caseína es una vitamina que forma grandes coágulos, por esto su digestión es más difícil; de allí que el niño digiera más fácilmente la leche materna, cuyo contenido en caseína es menor que el de la leche de vaca. La leche materna es baja en proteínas pero alta en grasas y carbohidratos.
El principal hidrato de carbono de la leche es la lactosa, un disacárido compuesto de glucosa y galactosa. La leche humana tiene un alto contenido de lactosa, 7 g/dl (cerca de 200mM), que se metaboliza en glucosa y galactosa antes de ser absorbida por el intestino.
Provee el 40% de la energía, pero además tiene otras funciones fundamentales para el desarrollo del sistema nervioso, para la absorción de minerales o prevención de infecciones.
La grasa es el componente más variable de la leche materna. Al principio de la toma, la leche es ligera y al final se vuelve cremosa, pues es de 4 a 5 veces más concentrada en grasa que la primera. Es este cambio de textura lo que permite que el recién nacido sacie primero su sed y luego el apetito.
La concentración de vitaminas en la leche humana es la adecuada para el niño, aunque puede variar según la ingesta de la madre. En cuanto a los minerales, la concentración de la mayoría de éstos en la leche humana (calcio, hierro, fósforo, magnesio, zinc, potasio y flúor) no es afectada significativamente por la dieta materna.
La leche materna, además de proteger activamente el organismo del bebé (transfiere una protección contra infecciones y alergias específicas), es inmunomoduladora, estimulando el desarrollo del propio sistema inmune del lactante. Contiene además muchos componentes antiinflamatorios e antiinfecciosos.
Como vemos, la leche materna, sea del tipo que sea, se produzca en la etapa que se produzca, es de gran complejidad biológica y constituye el mejor alimento para el bebé, aunque sabemos que puede ser mucho más que un alimento, ya que el contacto entre la madre y el bebé cumple funciones emocionales y de vínculo importantes.
En definitiva, todas las clases de leche materna tienen las características bioquímicas adecuadas para un período concreto de la vida del lactante.
Más información | Unicef, MedUnne
Fotos | gregoryjameswalsh y moppet65535 en Flickr
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