Hace ya tiempo que se viene diciendo que la leche materna es beneficiosa para los niños que tienen problemas de piel, como dermatitis atópica o eccemas provocados por otros tipos de alergias.
Estudios recientes, como el que vamos a comentar hoy, parecen evidenciar que esto no es así, pues concluyen que la leche materna no protege a los niños de sufrir eccemas en la piel.
Investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y la Universidad de Ulm (Alemania) han analizado datos de 51.119 niños de 8 a 12 años que residen en 21 países de Europa, América Latina, África y Asia en lo que se considera la segunda fase del Estudio Internacional sobre Asma y Alergias en la Infancia, considerado como el mayor proyecto de investigación epidemiológica realizado hasta la fecha.
Para conocer los datos acerca de la leche materna y los eccemas los padres tuvieron que responder a un cuestionario y a los niños se les realizaron algunas pruebas en la piel para analizar los eccemas, además de pruebas cutáneas relacionadas con los alérgenos ambientales (las típicas pruebas de la alergia, vamos).
Resultados del estudio
Los resultados del estudio muestran que no hay evidencia de un efecto protector de la lactancia ante el riesgo de padecer eccemas en la piel, tanto en los países desarrollados como en los países pobres.
Como otros estudios recientes ya empezaban a hablar sobre este tema parece necesario revisar la información actual en la que se explica que uno de los beneficios de la leche materna es que protege a los bebés y niños de padecer eccemas.
Carsten Flohr, uno de los investigadores, explicó que, evidentemente, no se ponen en duda otros beneficios de la leche materna:
Tras estos resultados, las directrices sobre la lactancia materna en relación con los eccemas deberían revisarse en el Reino Unido […] Es ampliamente aceptado que la leche materna es el alimento más importante y apropiado en la vida temprana. Especialmente en el contexto de los países en desarrollo también es importante tener en cuenta que la lactancia materna exclusiva reduce el riesgo de infecciones gastrointestinales en comparación con la alimentación mixta o la realizada con biberón. Este estudio no cambia este concepto.
Pues en mi casa…
Sin valor alguno estadístico, porque sólo me centro en mis dos hijos, este estudio confirma lo que sucede en mi casa. A pesar de haber sido amamantados durante más de dos años, mis dos hijos padecen uno de los problemas de piel más común en los niños, la dermatitis atópica.
Ante la afirmación que decía: “la leche materna protege de los eccemas” uno (yo) siempre pensaba que, o a nuestros hijos, pobrecitos, no les llegó a proteger, o lo típico del “imagínate cómo estarían si no llegan a tomar leche materna”.
Ahora, tras este estudio, pienso que mira, al final va a ser que la leche materna ni iba ni venía en este asunto… De todas maneras, nada cambia demasiado, mis hijos siguen con sus eccemas de vez en cuando (cada vez menos y de menos intensidad que otros niños con dermatitis atópica que conozco) y la actuación de los padres va a ser la misma hayan sido amamantados o no: tratar su piel como si fuera la de un bebé, siempre.
Vía | Europa Press
Foto | Maessive en Flickr
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